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Después de haber sido bombardeados durante dos años, hasta la angustia, con las cifras de contagios y muerte por covid-19, las cifras actualizadas sobre lo que está pasando con el virus son ahora un misterio para los colombianos. Se dirá que es mejor así, ya que la normalidad parece regir la vida otra vez. Sin embargo, las entidades encargadas deberían mantenernos suficientemente informados y, sobre todo, adelantar medidas preventivas, pues no sólo el virus sigue ahí —China así lo demuestra— sino que empieza a comprobarse que las vacunas originales tienen ya una eficacia muy baja frente a las nuevas variantes.
El epidemiólogo Jaime Ordóñez, en artículo del 29 de enero de 2022 en la revista Semana, señaló que mientras en diciembre en el mundo la letalidad por covid-19 había sido de 0,29 %, en Colombia aparecía como 4,91 veces mayor que el promedio mundial. Supone el doctor Ordóñez que un resultado así, que genera una sensación de gravedad, es falso, y que todo se debe a un manejo deficiente de las estadísticas, sobre todo porque hay un subregistro de infectados en el país “ya que el sistema de salud restringe el acceso a las pruebas al 80 % de la población”. Pero dio también una alerta: el efecto de las vacunas tradicionales puede ser nulo contra el linaje XBB, la variante que fue identificada en octubre de 2022 y que no demora en llegar al país. Esto quiere decir que las personas con ciertas afectaciones y las mayores de 50 años podemos estar de nuevo en riesgo.
En efecto, esta subvariante, llamada Kraken por algunos científicos, que no es más letal pero sí más contagiosa que ómicron, ya representa el 28 % de contagios en Estados Unidos, y todo parece indicar que dentro de muy poco será la dominante en el mundo entero. Como, por fortuna, la ciencia ha sabido responder con rapidez a la pandemia, ya desde hace seis meses Pfizer y Moderna pusieron a circular, con la autorización de la FDA, las vacunas bivalentes, que protegen ampliamente contra ómicron, Kraken y sus sublinajes. Muchos de los que tenemos las tres dosis y un refuerzo ya estamos perdiendo inmunidad, pues recibimos este último hace más de seis meses. El Ministerio de Salud ha dicho que la pondrá a disposición de los colombianos en el primer trimestre. Sin embargo, el director encargado de la vacunación de una de las más reputadas EPS respondió así a mis inquietudes: “no se ha dicho nada de quinta dosis. Y de la bivalente menos. Escasamente nos dan algunas dosis de Pfizer y Moderna, pero muy pocas y sólo para 3ª. Y 4ª. dosis”. Pilas, pues, señora ministra. Porque los colombianos mayores o con comorbilidades tenemos ya, a estas alturas, que poder contar con cada actualización de las vacunas contra el covid-19, como contamos cada año, por ejemplo, con las vacunas actualizadas contra la influenza. Así sea que cobren por ella, es un derecho.
ADENDA. Una felicidad volver a las pantallas grandes a ver cine en forma colectiva. Y más con películas tan interesantes como Simone, que recrea con intensidad conmovedora la vida de Simone Veil, la intelectual francesa de convicciones profundamente liberales, pionera de la lucha por los derechos de las mujeres, y la forma en que el dolor asumido puede convertirse no en deseo de venganza sino de justicia.
