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Racializar el discurso

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Piedad Bonnett
12 de octubre de 2025 - 05:07 a. m.
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Desde su campaña el presidente Petro ha hablado de la necesidad de reivindicar a las minorías étnicas históricamente discriminadas. Fiel a esa convicción, puso en la Casa de Nariño el busto de Juan José Nieto, supuestamente único presidente negro (algunos creen que era mestizo), y nombró ministros a algunas personas preparadas y con amplia trayectoria, como los afrodescendientes Aurora Vergara y Luis Guillermo Murillo, o como la líder arhuaca Leonor Zalabata, embajadora ante la ONU. Desafortunadamente, también ha nombrado a numerosas personas de esas minorías que resultaron ineptas para el cargo, como María Isabel Urrutia, cuyo paso por el Ministerio de Deporte fue desastroso, y a otras que le renunciaron, como la dirigente indígena Lena Estrada, o a las que sacó sin explicaciones. Una de las damnificadas fue la vicepresidenta Francia Márquez, tratada con desdén por el mandatario a pesar de que tuvo mucho que ver con su victoria, que fue despedida del Ministerio de la Igualdad.

Hoy por hoy, el gabinete quedó prácticamente desprovisto de la diversidad étnica que alguna vez tuvo, y Petro enfrenta incluso una tutela de un líder afrodescendiente —aceptada por la Sección Cuarta del Consejo de Estado— porque cargos que deberían estar en manos de las comunidades negras “han sido ocupados por individuos que no cumplen con los requisitos mínimos de pertenencia o experiencia en los procesos organizativos de los mismos”.

Resulta contradictorio que un político que ha enarbolado ese discurso reivindicativo haya incurrido en comentarios racistas. Muchos nos estremecimos cuando, en uno de sus inefables consejos de ministros, le oímos decir “a mí nadie que sea negro me va a decir…”. Ya en otra ocasión había dicho, refiriéndose a un magistrado, irrespetuosamente y haciendo gala de un simplismo que desconoce la complejidad de los seres humanos: “Poco entiendo de por qué los hombres negros pueden ser conservadores”. Petro demuestra que, como tantos, cae en el racismo inconsciente o sesgo implícito que la sociedad colombiana encierra.

Ahora al presidente ataca a diario, con términos despectivos, a los “blanquitos”, y dijo, provocadoramente, que “todos los embajadores, a los que llamo blancos porque se criaron de la diplomacia feudal —vaya uno a saber qué quiere decir eso—, se van”; como si un gobernante pudiera nombrar a los funcionarios por el color de su piel, desconociendo estudios, eficiencia y trayectoria. ¿No es eso “racializar el discurso”, como dijo su exministro Murillo? Pero, además, hay algo que resulta patético: que el hombre que ha dejado caer, como quien no quiere la cosa, que a la familia italiana de la que desciende “dicen que le otorgaron un título nobiliario”, piensa que lo atacan, no por sus ideas, sino por su color de piel: “Blanquitos que no quieren a Petro. ¿Por qué? Ah, porque soy café con leche”. En este país hay racismo, claro, pero es bueno que recuerde que la mayoría somos, como él, mestizos.

Empeñado como está en crear una “polarización tóxica” que enardezca a sus huestes (el término lo usa Rodrigo Uprimny), Petro está instigando, pues, otro odio más, el racial, a sabiendas, como él mismo ha dicho, que “raza” es una categoría obsoleta, “un concepto ideológico que apunta a la discriminación”.

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Pedro Juan Aristizábal Hoyos(86870)13 de octubre de 2025 - 03:12 a. m.
Los intelectuales antiiqueños como Fasciolince y Bonnet son unidimensionales. Pensaron que Petro arreglaría este pais desbaratado que recibió en sólo tres años. Sus compadres Uribe y Duque fueron la peor desgracia de Colombia, y ustedes no se han dado cuenta del momento histórico, despierten, los errores de Petro no justifican su igorancia histórica
humberto jaramillo(12832)12 de octubre de 2025 - 11:40 p. m.
En la época del expresidente Nieto los llamaban los pardos... tengo entendido.
humberto jaramillo(12832)12 de octubre de 2025 - 11:37 p. m.
Petro habla mucho, de todo y de nada, y el que mucho habla, mucho yerra. Lleva tres años larguitos hablando... ¿ yyy ?
Luis Figueroa Gutierrez(22669)12 de octubre de 2025 - 09:53 p. m.
Piedad pensar en una columna sobre las “opiniones” del orate sobre el suicidio del soldado, el amor y la “competencia” por el amor que los hombres debemos dar? Que pena y el padre tener que salir a exigir respeto.
Antoine(88872)12 de octubre de 2025 - 08:15 p. m.
Pareciera que la Sra. Bonnett llegó hoy en paracaídas a Colombia. País ultraracista: contra afrocolombianos, indígenas, campesinos, etc... Y ella nunca dijo nada del gabinete de Buque (ufff Duque), o Furibendo Vélez. etc... Mal porque Petro hace, o no hace, o duerme mucho, o por comentarios que pueden entenderse desatinados... Pero, la Sra. Vicky Dávila familia de los mafiosos Gnecco se quedan por fuera de sus sesgadas columnas...
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