Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hay un déficit importante de talentos relacionados con las tecnologías de la información en Colombia. En el caso de los ingenieros informáticos, la Sociedad Colombiana de Ingenieros habla de un faltante 80 mil (17.12.20). Con datos del MinTic, se trae a cuento que más de 60 mil ofertas laborales vigentes terminan “perdiéndose” por ausencia de aspirantes.
A finales del 2020 se hizo referencia a que Colombia podría llegar a tener un déficit de 112.000 programadores dentro de cuatro años (Talent Gap, McKinsey).
Como dijo hace diez años Mark Andreesen (creador de Netscape en los 90 cuando tenía 23 años), “el software se está devorando el mundo”. Los modelos de negocios en todos los ámbitos productivos, de la agricultura, la industria y, por supuesto, los servicios, se están convirtiendo, rápidamente, en modelos digitales. Esto significa que la creación, entrega, captura y defensa del valor en prácticamente todos los sectores dependerá, en medida importante, de la vinculación creciente de tales profesionales y técnicos, por un lado, y de la creciente demanda de servicios ofrecidos por empresas de software, por otro.
Es entendible que la demanda por el conjunto de ocupaciones asociadas a la industria del software y, en general, a las tecnologías de la información, está en franca alza. De ahí que no resultaría difícil que los jóvenes que eligen carrera se enfocaran en tal dirección. Y no es así. ¿Qué ocurre?
Dada la aparente demanda que existe, no es comprensible que los niveles salariales de las carreras aludidas sean tan poco atractivos como para que los jóvenes elijan proyectos de vida de largo plazo a partir de la remuneración actual. De acuerdo con Computrabajo (16.07.21) el sueldo medio mensual para un ingeniero de sistemas es de $3.076.102; el de un tecnólogo, de $1.165.926 y el de un técnico, de $1.032.719.
Según Talent.com los salarios medios mensuales de un diseñador gráfico son de $1.500.000 y los de un programador, ocupación central en la economía digital, de $2.024.000. Es cierto que en el caso de desarrolladores junior especializados en iOS y en Java los ingresos pueden llegar a $4.500.000 y $4.000.000 respectivamente, aunque se trata de segmentos no representativos en la actualidad.
Si bien es cierto que la industria colombiana del software ha registrado tasas de crecimiento muy atractivas (17% anual desde 2015 según Fedesoft), la participación en el PIB es aún muy reducida (1.7%). La verdad puede hallarse en la insuficiente demanda de parte de las empresas y organizaciones de los distintos sectores de la economía. Si bien es cierto que Colombia ha presenciado cambios notables en materia de bancarización electrónica y seguros, ventas en línea, servicios administrativos, algo en salud y educación, entre otros rubros, estamos lejos aún de aclimatar una cultura de modelos de negocios digitales.
El Gobierno Nacional ha tenido la buena idea de adelantar una estrategia de formación en programación orientada a jóvenes (Misión TIC 2022). Sin embargo, sin el compromiso de los potenciales empleadores del futuro por modernizarse los salarios seguirán siendo bajos. Y, no menos importante: el reto de llevar conectividad a las áreas rurales y las urbanas pobres.
