Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Baldado de agua fría

Ramiro Bejarano Guzmán

07 de septiembre de 2025 - 12:06 a. m.

No le cayó nada bien al presidente Petro la muenda que la oposición le propinó con la elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional, el ex defensor del Pueblo Carlos Camargo. Según algunos medios, iba a ganar reñidamente mi paisana, la distinguida jurista María Patricia Balanta, pero no fue así pues obtuvo 41 votos, mientras el vencedor registró 62 en su favor.

PUBLICIDAD

Digo que no le gustó a Petro perder, a juzgar por su reacción inexplicable de dejar filtrar que caerán tres de sus ministros, obviamente porque los partidos que representaban otra vez se voltearon y no le jalaron a dejarse comprar con las canonjías del Gobierno. Seguramente no contaba el gabinete con un detallito que terminó siendo determinante en el resultado final: el presidente del Senado, Lidio García Turbay, sacó del recinto a los ministros, funcionarios y centenares de lagartos que esperaban monitorear la votación y controlar a los senadores, y les prohibió reingresar mientras se adelantaba la jornada. Sana decisión que puso orden y que ojalá fuera permanente, porque desconcierta que cuando un parlamentario interviene sus colegas hablan, gritan, pasean o comen, como en un mercado persa.

Tenía que estar muy iracundo Petro para darles un portazo a tres de sus ministros, porque ese despido intempestivo demuestra que no eran cuentos de la oposición que el Gobierno sí tenía interés en que fuera otra la elegida. O ¿qué relación puede haber entre perder una elección en el Congreso y que caigan tres ministros, diferente a la de cobrarles que su “cohecho político” les quedó mal ejecutado? Les dieron tratamiento de entrenador de equipo de futbol.

El tempestuoso trino difundido en su cuenta de X por Petro un día antes de la elección, anunciando que “no podemos ceder a quienes han apoyado el fascismo”, ofendió a los tres candidatos y a la Corte Suprema. Además, fue un tiro en el pie porque asustó al país, que tembló ante la eventualidad de que triunfara la magistrada bugueña a quien la enredaron en ese torbellino y la pusieron a oficiar de petrista sin serlo.

Read more!

En efecto, porque conozco a la doctora Balanta de trato, vista y comunicación desde hace años, me consta que, como lo declaró al término de la fatídica sesión, no es militante de ninguna causa política, pero el gobierno Petro, en su obsesión por atravesársele a Camargo, la convirtió en su candidata porque lo trascendente era vender la idea de que con ella coronaban. El propio Petro confirmó que en su Gobierno “simplemente nos inclinamos por la persona más decente, que pueda hacer justicia y garantizar los derechos de la gente, sin pena”. Injusto y mezquino procedimiento con quien merecía mejor tratamiento atendida su impecable hoja de vida como servidora judicial. Por eso quedó en el ambiente que Petro sí pretendía apoderarse de la Corte Constitucional, porque cree contar allá con el respaldo de cuatro o cinco de sus togados, y con uno más harían moñona. A lo mejor están cañando, porque el Gobierno, además, es embustero.

Quedaron mal procurador, contralor, defensora del Pueblo, quienes no fueron indiferentes ni neutrales en esta elección. También vimos otros funcionarios respirando por la herida, que dieron declaraciones destempladas por la derrota. En cambio, guardaron triunfante silencio cuando ganó holgadamente la magistratura el abogado personal de Petro y de Uribe, quien, a propósito, ya con la toga no se declara impedido en asuntos de interés de su distinguida clientela.

Read more!

El magistrado Camargo tiene la responsabilidad de demostrar que no se cumplirá el pronóstico de Petro de que volverá la prevaricadora y perseguidora “justicia del duquismo ni el cartel de la toga”, del que aún sobreviven varios que deambulan orondos por los pasillos del palacio de justicia, inclusive promoviendo causas lícitas.

Adenda. Intrigante y mentirosa. Primero, Heidi Abuchaibe Abuchaibe negaba sus maniobras secretas e indebidas en mi contra, pero al quedar descubierta con el informe de la Defensoría del Pueblo que divulgué la semana anterior y que la compromete, ahora se disfraza como apoderada de su compañero Enrique Gómez Martínez. En efecto, pretende disimular los intereses económicos de su apasionado amigo en cuyo beneficio movió sus tentáculos e influencias como exasesora de esa misma Defensoría y exfuncionaria de la Procuraduría para supuestamente litigar sin dejar rastro, ni exponer su nombre en un solo memorial y sin permitir a sus interlocutores conocer la defensa y argumentos del contradictor.

Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.