Publicidad

De mal en peor

Ramiro Bejarano Guzmán
08 de junio de 2013 - 10:00 p. m.

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

A la presidencia del Consejo de la Judicatura llegó Wilson Ruiz Orejuela, un personaje de cuidado, sobre el que es preciso abrir el ojo y mantenerlo bien abierto.

Ruiz fue delegado de la Procuraduría ante el Consejo de Estado, por la misma época en la que se presentó un ruidoso cuestionamiento por compra de fallos, del que no se han dado explicaciones a pesar de que no prosperaron unas investigaciones. Lo cierto es que Ruiz salió de la Procuraduría, y hay quienes aseguran que no lo hizo por la puerta grande, pero el inefable procurador Ordóñez ha preferido guardar silencio antes que tener que dar explicaciones de por qué tuvo que irse alguien que llegó a ubicarse muy cerca de su corazón y de sus intereses politiqueros. Sí, este magistrado es un protegido de la manzanilla conservadora que lidera el exsenador Carlos Holguín, su protector permanente en todas las aspiraciones que ha dejado conocer, pero también cercano del controvertido exsenador Juan Carlos Martínez.

Antes de la magistratura, Ruiz aspiró a ser defensor del Pueblo, empeño en el que fracasó. También quiso hacerse consejero de Estado y habría coronado si no hubiera sido por la radical oposición de su presidente, Gustavo Gómez Aranguren. Bastó que los consejeros de Estado conocieran la acusación de plagio contra Ruiz, por haber fusilado casi en su totalidad un trabajo sobre responsabilidad médica estatal realizado por Hárold Aristizábal para un evento convocado por Fepasde El aspirante no pudo llegar al Consejo de Estado, pero hoy como presidente del Consejo de la Judicatura ni perdona ni olvida. Sabedor Ruiz de que una magistrada de Cali suministró la información al presidente del Consejo de Estado que le truncó el camino para llegar a esa corporación, ahora ha dejado deslizar que esa osada funcionaria tendrá que pedirle excusas por haberlo empapelado, so pena de verse destituida gracias a sus influencias en la institución que él preside con aspavientos. El fantasma del plagio acecha a Ruiz, ya habrá oportunidad de referir el episodio grotesco que por hechos similares enfrenta en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

El afán de figuración de Ruiz —reconocido además como dueño de una inmensa y temprana fortuna— ya causa incomodidad, incluso entre sus colegas. El pasado 20 de mayo concedió una entrevista a Fernando Londoño, en el programa radial al servicio de la injuria y la calumnia que conduce con odio el Héroe de Invercolsa. El propósito del reportaje fue desprestigiar a la exfiscal Ángela María Buitrago, la valerosa funcionaria que después de una exhaustiva investigación encontró méritos para poner tras las rejas al coronel Plazas Vega por la retoma del Palacio de Justicia en 1985. La entrevista es una vergüenza, tanto por la insidia del cargado reportero contra la fiscal Buitrago, como por la actitud servil del entrevistado, quien sin ningún recato expresó “esas denuncias que usted está haciendo nos va a llevar a cabo una diligencia exhaustiva para determinar a esos fiscales que a lo mejor han presentado algunas irregularidades... y gozan de una protección especial por parte del Estado y por supuesto con dinero del erario en este caso, pues de nuestro bolsillo”. De un plumazo condenó a la fiscal Buitrago para congraciarse con la campaña de desprestigio montada por Londoño. Pero no contento con estas declaraciones, el arrodillado magistrado dos días después le hizo llegar un oficio a su entrevistador, confirmándole que en el Consejo de la Judicatura hay una denuncia contra la fiscal Buitrago, querella de la que obviamente ha tomado atenta nota después de haber contribuido a su inmolación pública.

Ruiz consiguió el milagro de hacerse magistrado de una alta corte gracias a que el Gobierno, con la notoria complicidad de la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, a sabiendas de quien se trataba, lo postuló para que el Congreso lo escogiera sin pena ni gloria.

Adenda. Sensacional el profesionalismo de Pékerman. Ahora nunca más los maturanas, bolillos y su rosca perdedora.

notasdebuhardilla@hotmil.com

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar