Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Días de fastidio

Ramiro Bejarano Guzmán

10 de julio de 2022 - 12:30 a. m.

Mientras Duque está dedicado a hostigar en las últimas horas de su corrompido gobierno y a facilitarles prebendas a los burócratas aprovechados y asaltantes que medran a su lado, ha guardado silencio sobre el robo de los dineros de la paz que prometió hacer trizas.

PUBLICIDAD

Duque un día condecora al impresentable Gabriel Ramón Jaimes Durán, un oscuro sacamicas del corrupto exprocurador Alejandro Ordóñez, habilitado como coordinador de fiscales ante la Corte Suprema no propiamente para hacer justicia. Lo condecoró engañando a los magistrados, a quienes convirtió en testigos obligados de semejante abuso pues nunca les advirtieron de esta premiación. Fue necesaria la ayudita de Barbosa, quien en vez de conmemorar los 30 años de la Fiscalía se prestó para que se pudiera premiar inmerecidamente a un sinvergüenza entregándole la Condecoración Enrique Low Murtra, cuya memoria crucificaron en el pecho del condecorado.

Duque también resolvió en una ceremonia militar la querella disciplinaria instaurada contra el general Zapateiro cuando en contra de la ley salió a insultar al candidato Petro, acusándolo de recibir dineros mal habidos en bolsas de basura. La Procuraduría, a su ritmo, está adelantando las pesquisas para definir si el agresivo oficial intervino en política, pero se le adelantó Duque porque, desconociendo su supuesta autonomía e independencia, ya sentenció: “General Zapateiro, usted no ha intervenido nunca en política”. No le importó a Duque que ese tema esté en manos de la Procuraduría, o a lo mejor sí y, precisamente para no correr el riesgo de que ese asunto disciplinario se salga de las manos, se apresuró a mandar señales de cómo le gustaría ese fallo.

Pero ha habido tiempo también para que el Gobierno que está de salida cree por vía de decreto cuerpos de seguridad vitalicios para sus más cercanos colaboradores, para lo cual en el último tramo del mandato fueron nombrados miembros del Consejo Nacional de Seguridad, todo para aparentar que su nivel de riesgo implica que deben ser protegidos hasta que se apaguen sus existencias. Mantenidos y vividores. Quieren seguir disfrutando de las pequeñas prebendas de las que hoy abusan, como carros oficiales —para más seguridad, blindados—, escoltas y toda esa parafernalia impostada que hoy se volvió obligatoria para quien ejerce alguna responsabilidad oficial. La importancia ya nada tiene que ver con el rango del protegido, si es ministro, director, etc., sino si cuenta con carros blindados y un poderoso cuerpo de escoltas que, a la usanza del boato de la realeza europea, abran las puertas de esos costosos automóviles para que descienda su protegido mientras las gentes admiran esas boberías. Pero este Gobierno decidió que todos ellos merecen ser protegidos de nada a costa de las arcas oficiales, porque nadie está planeando atacarlos.

Read more!

Duque, en un acto con una organización religiosa, también tuvo el arrojo de reiterar sus críticas al aborto, subliminal manera de despedirse de la Corte Constitucional ultrajando su prestigio y autoridad. El mensaje fue claro: hay que desacatar la orden impartida por el máximo tribunal que sí permite y autoriza la interrupción del embarazo.

Y para no perder el pésimo hábito que adquirió durante la campaña, ahora no solo replica sin argumentos el demoledor Informe Final de la Comisión de la Verdad, sino que pretende ejercer oposición a su sucesor desde antes de que se posesione, cuestionando que se acabe el día sin IVA, o que se presente una reforma tributaria, o su política en materia de hidrocarburos y glifosato, y las decisiones que el nuevo gobierno viene anunciando. Si quiere hacerle oposición a Petro, que lo haga pero desde el pavimento, no valiéndose de la investidura que deshonró para siempre.

Read more!

No le quedó tiempo a Duque de referirse al asalto de los recursos de la paz por sus aliados políticos, que con coraje revelaron Valeria Santos y Sebastián Nohra. Tengo en mi poder documentos que confirman que el excomisionado Emilio Archila gobernaba como emperador y con soberbia los recursos del OCAD Paz y por eso resultan insólitas sus explicaciones que nada solucionaron, pues se limitó a lavarse las manos denunciando las faltas ajenas pero ocultando las propias ante sus amigos en la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría, donde sabe que dormirán el sueño de los injustos. Robar sí paga.

Adenda. Bien ido Darío Acevedo, el tristemente célebre director del Centro Nacional de Memoria Histórica.

notasdebuhardilla@hotmail.com

Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.