Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

El gobierno de las sotanas

Ramiro Bejarano Guzmán

16 de enero de 2011 - 01:00 a. m.

SE ANUNCIA QUE EL SACERDOTE CAmilo Bernal, será designado gerente del apetecido Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y la noticia no cae mal, principalmente porque en estos tiempos de corrupción creciente, las gentes piadosas están más propensas a confiar en un religioso que en un político.

PUBLICIDAD

¿Quién es el padre Bernal? No tengo el gusto de conocerlo, jamás había oído hablar de él, lo cual no es raro, porque no tengo espacios donde enterarme de los logros académicos y profesionales de ninguna comunidad religiosa. Salvo por los desastres de unos curas pederastas, o los descalabros del Banco del Vaticano, y por la deliciosa literatura que en los últimos años se ha divulgado del pesado aire que se respira en la residencia de los Papas, puedo decir que mi pasión no está precisamente en los púlpitos ni los confesionarios.

 Me divierto cada ocho días, porque vivo en frente de una concurrida capilla de barrio, a la que a la hora de la misa concurren en días festivos encumbrados goditos y liberales que veo desfilar desde el balcón laico de mi casa, y esa precaria relación visual es la única que sostengo con la iglesia, inspirada eso sí, en el respeto que profeso por ese credo y todos los demás.

Ahora que sale su nombre a la palestra, como dicen las señoras, casi podría afirmar que el padre Camilo Bernal hace milagros, a juzgar por su impresionante recorrido, y ofrezco excusas por no haberme enterado antes.  En efecto, se trata de un hombre de 56 años con una impecable hoja de vida. Sacerdote de la Congregación Eudista de Jesús y María, con muchos años de sacerdocio pulcro, además ingeniero de sistemas y matemático de los Andes, teólogo de la Javeriana, especializado en Inteligencia Artificial en Francia, avezado miembro de muchas juntas directivas de diversas instituciones universitarias y sociales, Vicepresidente de la Corporación Minuto de Dios y Rector de esa Universidad desde  1997. Mejor preparado, imposible.

Read more!

Si bien no tengo duda alguna de la capacidad profesional, ni de las magníficas condiciones personales del padre Bernal, miro con preocupación que el Gobierno siga cruzando esa línea peligrosa de desconocer la separación de la Iglesia y el  Estado, pilar fundamental de nuestro sistema jurídico y político.

Y digo lo anterior, porque los ocho años de seguridad democrática vinieron acompañados de la más clara intervención de los curas en la política, de que se tenga noticia desde la confesional regeneración de Núñez y la oprobiosa dictadura conservadora que nos gobernó de 1885 a 1930. Durante estos últimos ocho años, los Cardenales colombianos apoyaron abiertamente la reelección presidencial a cambio de las dispensas oficiales del régimen que los consintió, sus homilías fueron discursos clientelistas.

Fue el Cardenal Rubiano quien intentó justificar el abuso de las intervenciones de la potestad eclesiástica en el gobierno civil. Sostuvo el prelado que como los curas no han dejado de ser colombianos, tienen licencia para intervenir en política. Y ante ese argumento inaceptable, aquí nadie dijo nada, ni siquiera mi partido liberal, hoy mas godificado que nunca, cómplice en la elección del Procurador Ordóñez, que tanto mal ha hecho al país. Quien se hace cura,  no sólo renuncia al demonio y a la carne, sino a los avatares de la política, porque se vuelve soldado de una fe, cuyo ejercicio le impone someterse a un tratado que se llama Concordato, celebrado entre la Santa Sede y el Gobierno, el cual prevé la independencia y autonomía de cada potestad, para que los curas manden en sus parroquias, y los civiles en sus oficinas.

Read more!

Qué dirán las otras religiones que creen convivir en un país que consagra constitucionalmente la libertad de cultos, viendo como al gobierno civil llaman a los alfiles de la religión católica. Me resisto a creer que tampoco les importa.

Adenda. Si la Fiscalía dice que entre 2005 y 2010 los paramilitares asesinaron a 173.183 personas ¿por qué nadie del gobierno de la seguridad democrática se da por aludido?

notasdebuhardilla@hotmail.com

No ad for you

 

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.