Publicidad

Notas de buhardilla

Fatiga electoral

Ramiro Bejarano Guzmán
29 de octubre de 2023 - 02:00 a. m.

Se supone que las campañas electorales sirven para que los candidatos expongan sus ideas y convenzan a sus potenciales electorales, pero la verdad es que la mayoría de quienes se proponen sufragar este domingo saben por quién lo harán desde antes de esta larga, aburridora y definitivamente inútil jornada de agitación política. Los demás, especialmente los jóvenes, no saben ni les importa.

Muy pocos votantes deciden su voto con base en la algarabía de los candidatos o por las preguntas cargadas de muchos entrevistadores que en esta ocasión se han descarado agenciando sus simpatías partidistas o sus intereses particulares. Los aspirantes se la han pasado todos estos meses diciendo lo mismo, no solo porque no tienen más que decir, sino porque buena parte de los periodistas interrogadores tienen su libreto amañado y siempre indagan por lo mismo. Los debates, que en otras latitudes son determinantes, aquí ni siquiera desorientan, porque en la práctica al grueso de la población le tienen sin cuidado las boberías que se ventilan en vivo y en directo. No conozco el primer colombiano que, al menos en estas elecciones, haya decidido su voto por lo que oyó o dejó de oír en una de estas extenuantes confrontaciones todas iguales y sin sorpresas.

Tal vez lo único llamativo fue el legítimo reclamo de Bolívar cuando en un encuentro televisado una periodista le volvió a soltar la pregunta de cuál sería su relación, de ser alcalde, con los integrantes de la primera línea. Su furia ante la pregunta no fue injustificada, ni excesivas las durísimas críticas que lanzó al papel de los medios que desde el día uno lo condenaron al ostracismo y empezaron a ejercer su militancia en la candidatura que aglutina al gran poder económico y del establecimiento. Visiblemente alterado, Bolívar les enrostró a sus entrevistadores la falta de objetividad, sin que estos hubiesen tenido el coraje de negar tan graves sindicaciones, a lo mejor porque son conscientes de que el candidato del Pacto Histórico no mentía. Hubiera sido muy interesante que los comunicadores hubiesen estado dispuestos a discutir sobre su independencia y la de los medios para los que prestan sus servicios, pues ese sí es un debate inaplazable y trascendente que sigue pendiente. Pero Bolívar no se quedó solo en sus reclamos, porque también Jorge Enrique Robledo expresó su explicable enojo cuando la misma reportera de marras le hizo desobligante alusión a que no se durmiera, lo que obviamente era una subliminal manera de propalar la malvada idea de que se trataba de un anciano fatigado.

De esos debates a los que asistimos en esta campaña no quedaron ideas sino anécdotas, por lo general de menor calado, salvo el apunte divertido, inteligente y contundente de Robledo, cuando, interrogado sobre el veto de quienes lo descalifican para gobernar por su edad, respondió que sus malquerientes podrían tener razón si lo estuvieran buscando para que subiera una nevera a un quinto piso. ¡Por fin alguien con humor!

Al desgano frente a las elecciones, por supuesto, también contribuye el mercado de las encuestas en el que fueron hundiéndose varias aspiraciones.

En efecto, así como muy pocos recuerdan qué propuso cada candidato, en cambio sí tienen muy presentes las mediciones de su interés. Por eso, hoy, muchos votarán por el que va “ganando” en las encuestas sin que nadie se inquiete por establecer si están facturadas con ligereza o con claras motivaciones politiqueras.

Y para acabar de completar, nos enfrentamos a una campaña muy prolongada que precisamente por lo extensa alimenta la corruptela y la trashumancia. Para ejemplo, las componendas del momierio caleño representado por Alejandro Éder con Wilson Ruiz, el otrora subalterno de la “Ballena Azul” Holguín Sardi y hombre fuerte del exsenador Martínez Sinisterra. El país tiene que modificar este remedo de democracia de convocar a los candidatos para que se desgasten y fatiguen a los posibles electores, como sucedió en esta ocasión. Uno de los candidatos a la alcaldía en Bogotá que hoy pasará a la reserva de donde nunca debió haber salido, se autopromocionó con el slogan “Estamos mamados (de la inseguridad)” solo que no advirtió que quienes realmente estamos cansados somos los pacientes ciudadanos que padecimos esta orgía deprimente de unas elecciones que pasarán sin pena ni gloria, a las que por fortuna hoy les cae el telón.

Adenda: ni Petro puede desconocer el contrato del metro por razones políticas, ni el fiscal Barbosa puede cuestionar que el gobierno ofrezca recompensas para prevenir delitos electorales.

notasdebuhardilla@hotmail.com

 

Yesid(xq8m1)29 de octubre de 2023 - 06:02 p. m.
Lo verdaderamente aterrador es la abstención eterna producto del desfile de candidatos y candidatas hijos del statu quo eterno y corrupto que, de no subir Petro (una de sus medidas ha sido el destape de infinitas ollas podridas que ese ejército sin olfato de votantes amarrados seguirá eligiendo completamente enajenados), nos tendría la ultraderecha en el colapso total. La corrupción local y regional eterna es más difícil de erradicar. ¡Ese monstruo es enorme!
angel(oyg0i)29 de octubre de 2023 - 04:52 p. m.
La opinión de los Bogotanos señala que no es tonta, la discusión es de fondo, cuánto vale en términos de tiempo, de salud y de bienestar demorar dos o tres años más la primera línea del metro, por un capricho y veleidad personal. A pesar de: a Bolívar se le garantizó plena libertad para expresar sus ideas, sobre Bogotá, que nunca tuvo.
  • Lalo(70277)29 de octubre de 2023 - 06:03 p. m.
    Vale. Con una mirada cortoplacista e inmediatista, cambiar el diseño del metro elevado a subterráneo en la Caracas sale más caro. Pero ¿este es el único criterio que se debe tener en cuenta para decidir o no la validez del cambio? Sandra Borda, hoy galanista vergonzante, dijo con razón hace un tiempo que, además, se deberían considerarse los costos a mediano y largo plazo del metro elevado. Cuadriplicarán lo que se invierta hoy en pasar de uno a otro.
Pablo(88449)29 de octubre de 2023 - 04:32 p. m.
La versión masculina del perverso Feliperverso Zuleta Lloras (por Petro todos los días) el abogado Ramiro Bejarano se impugna, objeta, refuta cada vez que escribe este articulo, nota porque en épocas pretéritas daba palo a diestra y siniestra. Ahora es palo porque bogas y palo porque no bogas. El jurisconsulto Bejarano Guzmán esta en mora de cuestionar ese "periodismo" prepago que esta haciendo carrera y del cual la ciudadanía es la perdedora porque no esta sabiendo la verdad.
name(61569)29 de octubre de 2023 - 03:34 p. m.
¿CUÁL DEBATE? "El debate es una forma de discusión formal y organizada que se caracteriza por el inter- cambio argumentado de ideas y/o puntos de vista entre dos o más personas con posicio- nes opuestas sobre un tema determinado (Centro de escritura académica y pensamiento crítico, 2015). ¿iNTERCAMBIO ARGUMENTADO de IDEAS ? ¿CUALES? ¿POSICIIONES OPUESTAS? Todos repiten lo mismo. Eso es lo que FALTÓ: DEBATE, ARGUMENTOS, IDEAS.
  • Alba silva(33055)29 de octubre de 2023 - 05:44 p. m.
    Lo dijo como ninguno
jesus(10579)29 de octubre de 2023 - 03:25 p. m.
La orgía con dinero caliente nadie la vió!!!. Y los funcionaros públicos haciendo politica tampoco fueron vistos!!!!
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar