Publicidad

Notas de buhardilla

Frenazo en seco

Ramiro Bejarano Guzmán
24 de marzo de 2024 - 02:05 a. m.

Quedaron arrinconados Petro y su gobierno, casi que sin discurso con el apoyo letal de Vargas Lleras a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente.

El exvicepresidente invitó a apoyar la constituyente para detener en el Congreso su convocatoria y parar las reformas de Petro. Ante esa legítima advertencia, entonces Petro migró a una fórmula confusa que parece consistir en meter al país en el estado de conmoción interior para, valido de las facultades de las que quedaría investido, dictar un decreto extraordinario convocando su asamblea. Si eso fuere así, estaríamos en peligro todos, incluido él mismo, pues en su delirio parece no temerle a que esa constituyente, en vez de aprobar sus reformas, opte por la terminación anticipada de su mandato, lo que sería un yerro peor que dejarlo que acabe sus cuatro años de disparates.

De las fórmulas jurídicas del presidente Petro todo se puede esperar, hasta que acierte. Por eso no sería raro que le sacara el cuerpo al Congreso y expidiera el decreto extraordinario convocando su constituyente y que, además, se atreviera a no someterlo al control de la Corte Constitucional. ¡Eso sería un Madurazo! Se apagaría la última vela capaz de alumbrar un acuerdo nacional, porque quienes jamás hemos comulgado con decisiones de fuerza y no queremos que le pase nada malo a Petro debemos resignarnos a que pasen estos dos años que le restan de mandato iracundo y vengativo.

Petro se comporta como un prestidigitador o culebrero, como dicen en el viejo Caldas. Se le ocurrió defenderse con la solemne bobería de que la constituyente no se da entre dirigentes políticos sino con las bases populares. El presidente cree que él no es dirigente y que solo quienes lo apoyan son pueblo. Al día siguiente remató acribillando la historia comparándose con Carlos y Alberto Lleras.

Pobre Petro, cuando no se parece a Uribe, hace lo mismo que Pastrana, quien, asesorado por su leal ministro, el inefable Néstor Humberto Martínez, se dio un tiro en el pie cuando recién llegado a la presidencia promovió un referéndum dizque para revocar el Congreso, propuesta que tuvo que retirar cuando Serpa le cogió la caña y propuso que la tal revocatoria incluyera al propio mandatario.

Mientras Petro, en cada manifestación pagada con recursos públicos, invita a su pueblo a marchar contra sus compatriotas, su ministro Luis Fernando Velasco sale con el cuento de que una constituyente es para unir y no para dividir, lo que pareció un vainazo a su jefe. Velasco, jefe liberal del Cauca, antes tolerante y demócrata, ahora al mejor estilo uribista decidió convertir en arma política el ataque ruin a la parentela de los opositores, así no concrete nada, porque la idea es manchar honras.

No están coordinados los ministros, porque mientras Petro sostiene que ya su proceso constituyente arrancó, en su gabinete algunos creen que eso es solo una idea; y hasta hay también espacio para la histeria, pues Susana Muhamad lloró emocionada por ser testigo del inolvidable momento en que su Dios amenazaba desde Cali con la asamblea constituyente. ¡Pobre Susanita!

Si en el Gobierno llueve, en el universo de críticos no cesan las muestras de que en algunos sectores la solución de sumarse a la constituyente y parar reformas de Petro tampoco los dejó satisfechos. Algunos envidiosos quedaron resentidos por no haber sido ellos quienes hubiesen puesto en su sitio las ambiciones dictatoriales que acaricia con su estilo belicoso y provocador el presidente Petro, más ahora que diariamente cuestiona al Consejo de Estado y a la Procuraduría, porque no marchan a su ritmo.

Si este es el Petro que ganó la presidencia por las buenas, calculen lo que habría pasado si hubiese alcanzado por las armas el mando de la nación.

Adenda No 1. Rara la democracia de la Universidad Nacional. La consulta entre docentes y estudiantes para elegir rector la gana por amplia mayoría un profesor, pero el Consejo Superior, integrado por unos pocos, designa al que peor le fue en esa consulta.

Adenda No 2. Imperativo moral que la nueva fiscal limpie la entidad de las alimañas que dejó el indelicado y perseguidor Francisco Barbosa.

Adenda No 3. Ahora, en tiempos de Semana Santa y reflexión católica, ojalá la Corte Constitucional obligue a los curas a entregar al periodista Juan Pablo Barrientos el archivo secreto de la pederastia religiosa que llevan décadas escondiendo.

notasdebuhardilla@hotmail.com

 

PEDRO(71180)27 de marzo de 2024 - 08:29 p. m.
Excelente análisis. El que tenga oídos, que oiga! El que tenga entendimiento, que entienda! Más claro no canta un gallo!!!
Marce(d5vti)27 de marzo de 2024 - 01:47 p. m.
RAMIRO, SE NOTA QUE UD ES URIBISTA CAMUFLADO EN LA IZQUIERDA COMO MARIA JIMENA DUZAN.
william(97496)26 de marzo de 2024 - 10:36 p. m.
Bien Ramiro, gracias por su excelente columna. Mi opinión es que de Petro se puede esperar cualquier cosa, un tipo tan extremista y generador de odio; pero Colombia debia darse el lapo de un gobierno de izquierda, se imanigna si no hubiese ganado cómo estaria el pais tomada por vándalos y delincuentes. Petro con sus discursos populistas, llenos de odio, unidos a su demagogia y vicitmización. Muchos votaron por él esperando que se luchara contra la corruptela como principal motor del cambio,...
Alejandro(53mrt)26 de marzo de 2024 - 08:22 p. m.
Las bodegas petristas son particularmente agresivas con aquéllos que, como el doctor Bejarano, respaldaron a Petro en su momento pero que, ante la evidencia de su lamentable gestión y delirios incalificables, tienen la intelñigencia e independencia para elevar críticas directas a su descabelladas propuestas. Mi solidaridad con usted, Ramiro, y espero que no se deje amedrentar por esas masas pagadas.
maría(52338)26 de marzo de 2024 - 03:15 p. m.
No entiendo lo de "alcanzar por las armas", ¿no es el mismo fantasma que explota la derecha?
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar