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Notas de buhardilla

La hazaña efímera

Ramiro Bejarano Guzmán
28 de abril de 2024 - 09:05 a. m.

Por fin hubo alguien del gobierno que se atreviera a llevarle la contraria al presidente, además en público. No se esperaba que saliera al ruedo un espontáneo de ese gabinete gris carente de liderazgos, tanto que el mismo Gustavo Petro lo menosprecia con frecuencia.

El liberal Luis Fernando Velasco, que antes había pasado agachado frente a los insultos y desafueros del presidente con todos los ministros, dijo lo que el país todavía quiere oírle al mandatario. Eso tan obvio en el complejo universo presidencial, se vuelve irrealizable por la soberbia y la intolerancia que por esos lados abunda en proporciones alarmantes.

Velasco, con la claridad que no le habíamos visto, por lo menos como ministro del Interior, se empeñó en hacer evidente su respeto a los millones de colombianos que marcharon el domingo anterior y anunció que el gobierno debería reflexionar sobre ese contundente mensaje político que oyeron aquí y acullá, con la honrosa excepción del principal destinatario de las multitudinarias movilizaciones en muchas ciudades.

A su turno, Laura Sarabia, la joven funcionaria que con el correr de los días y después de superado el primer escollo que se le presentó con el robo de su plata, el suicidio de un coronel de la policía y el confuso episodio del polígrafo a una de sus empleadas, ha venido creciendo en influencia en sectores inicialmente reacios a su presencia. La Sarabia ya no es la misma que conocimos cuando arrancó el gobierno y se presentó esa bochornosa situación que ha generado más de un enredo judicial, porque hoy es una persona que ofrece declaraciones sensatas a la prensa y es una voz muy autorizada que puede influir en el esquivo y arisco mandatario.

Pues bien, la señora Sarabia sorprendió con su mensaje en la red social X, en el que si bien dejó sentado que las marchas habían sido posibles gracias a las garantías otorgadas por el Gobierno, como si los marchantes no hubieren puesto de su parte, en todo caso envió también una señal conciliadora: “Hoy debemos tener la grandeza de reconocer que muchas personas se movilizaron, que lo hicieron con todas las garantías y pudieron expresar su descontento”.

Lo que hizo Laura es sorprendente dada su condición de mano derecha del presidente, pues nadie calculó que esta politóloga, desconocida en ambientes sociales y políticos, tuviera la audacia de desmentir la mezquindad presidencial de que las marchas habían sido débiles.

Velasco y Sarabia han ganado notoriedad, pues hicieron lo que ningún otro ministro o alto funcionario es capaz de hacer, así tenga la convicción de que Petro está equivocado. Por supuesto, esa postura les da un motivo justificado de cobrar importancia frente a sus colegas, quienes inexorablemente quedaron rezagados, pero, claro, también los expondrá a que los llamen tibios, traidores, oportunistas, lagartos, acomodados, o todos los anteriores.

Ningún otro ministro, ni nadie en el gobierno, respaldó las manifestaciones de Velasco y Sarabia, porque están aculillados de que los boten, por lo que es fácil vaticinar que sus colegas los verán con desdén, envidia u odio en la próxima cumbre ministerial convocada en Boyacá para estudiar los efectos de las marchas. Claro, no está lejano el día en el que Petro, por cuenta del ambiente de conjura e intriga que se respira en esa cocina llamada Casa de Nariño, se despierte o acueste, si no envenenado, con el birrete almidonado y expulse a Velasco y Sarabia, como lo ha hecho con otros que a lo mejor no le marcharon en privado.

Por eso y por mucho más, los destinos de estos dos “sublevados” se ve sombrío. Seguramente les exigirán asistir a la marcha del 1 de mayo y que luego intenten convencer al país de que en este duelo de marchantes el gobierno también tiene pueblo. Con esa contramarcha, el gobierno regresará a la soberbia de no oír a nadie, salvo ellos mismos. Ese día Velasco y Sarabia se notificarán de que les llegó la hora de regresar a sus cuarteles de invierno. Soldado avisado…

Adenda. Corte Constitucional confirma la nulidad de la elección del contralor Carlos Hernán Rodríguez, pero deja abiertas las puertas para que regrese al cargo, desconociendo la prohibición de que quien ejerció esta responsabilidad no puede ser reelegido. Afrenta a la decencia y a la juridicidad.

notasdebuhardilla@hotmail.com

 

carlos(26076)01 de mayo de 2024 - 01:12 a. m.
De acuerdo,firmo su columna
NAVY(47439)01 de mayo de 2024 - 12:19 p. m.
Velasco y Sarabia, próximos desempleados.
Elizabeth(21332)30 de abril de 2024 - 09:55 p. m.
Bejarano, conspirador agazapado, espera crear una división entre Petro y dos miembros de su equipo. Nanay cucas, los tipos "tibios, traidores, oportunistas, lagartos, acomodados, o todos los anteriores" como Bejarano no pasarán!.
Santiago(31882)30 de abril de 2024 - 09:12 p. m.
Ramiro cuando usted fue director del Das era un funcionario gris de un gobierno corrupto, no deje que lo venza la arrogancia!
Magdalena(45338)30 de abril de 2024 - 07:45 p. m.
Me parece muy despectivo su tono respecto a la postura que asumió el ministro Velasco y la directora del Drape Laura Sarabia. Al primero lo hace ver como un tipo apocado, cuando es un caballero, en todo el sentido de la palabra, pues no necesita de la grosería para hacerse sentir y a Laura Sarabia no solo recuerda los líos en la que se vio envuelta por los inventos de los que odian Petro, sino que la hace ver como un ser demasiado insignificante para opinar y ejercer el cargo que tiene. .
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