Publicidad

Notas de buhardilla

YO EL SUPREMO

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Ramiro Bejarano Guzmán
14 de septiembre de 2025 - 05:06 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Generan zozobra las amenazas del presidente Petro, repetidas como un lorito por el ministro del Interior, de que hay que radicalizar el discurso oficial. Nadie sabe qué quiso decir exactamente, pero todo hace presagiar que en los días que faltan hasta el 7 de agosto de 2026 volverá la fórmula de hacer invivible la república, promovida por el también dictador civil, Laureano Gómez.

Más que una rabieta del presidente, se trata de una venganza institucional que muy pronto empezaremos a sentir. En efecto, Petro ejecutará una gran cruzada para demostrarles a todos que él está hecho a imagen y semejanza del personaje de la formidable e inolvidable novela del paraguayo Augusto Roa Bastos, YO EL SUPREMO. Aquí todo debe decidirse, pensarse y hablarse como lo quiera el forjador de esta nueva “Dictadura Perpetua” que protagonizan Petro y sus arrodillados coequiperos. Por eso prohibieron a los alcaldes que hablen con quien quieran en los Estados Unidos, porque ese privilegio solo lo tengo Yo, dirá Petro, a quien nadie quiere recibir ni entrevistar.

No se necesita tener el don de zahorí para imaginar que lo primero que veremos es una agresiva campaña mediática para desinformar sobre los resultados del Gobierno, y para desprestigiar a opositores, críticos, magistrados, periodistas y columnistas de opinión. En eso, Petro y Uribe son iguales.

Este nefasto anuncio de endurecer el discurso se divulga después de una reunión de Petro con los jefes de prensa de varias entidades públicas y otros altos funcionarios entre los cuales estuvo Hollman Morris, el poderoso asesor que hoy decide la suerte del canal público RTVC, que cada vez se parece más a uno de esos noticieros cubanos que desde la primera hora de la mañana y hasta la última de la noche se entregan a la impresentable tarea de difundir noticias falsas para vanagloriar al régimen.

Endurecer el discurso petrista equivale, o al menos se propone, a que los comunicadores de los entes estatales fortalezcan la imagen del presidente Petro para enfrentar lo que él despectivamente denomina “medios hegemónicos”, todo para que su partido pueda quedarse en el poder a partir de 2026, porque si esos jefes de comunicación “no se ponen las pilas, el fascismo llegará al poder”. Petro pretende que ese engrandecimiento de su imagen se realice al igual que la apertura de los juegos olímpicos en París hace unos meses.

Lo que se viene serán los vainazos o madrazos, para lo cual esos jefes de comunicación escucharon varias veces al mandatario ordenar “radicalizar el lenguaje” y usar los presupuestos públicos para patrocinar los “medios digitales”. Ministro o director de departamento administrativo que no reenvíe los trinos de Petro, será considerado traidor y lo excluirán de la nomenclatura oficial.

El presidente no tolera quedarse solo dando las innumerables peleas que él mismo se inventa; por ejemplo, está sentido porque sus ministros no retuitearon sus mensajes contra Álvaro Leyva y también porque su equipo de camarógrafos con los que comparte visitas de Estado por el mundo no lo filman comiendo lechona colombiana hecha en Japón.

Que nos cojan confesados, como reza el dicho. Lo que está en ciernes es la más alevosa y siniestra expedición del poder para silenciar a los contrarios con los gritos y provocaciones de quienes están aferrados al poder y dispuestos a hacer lo que sea con tal de atender sus propósitos. Para eso han contratado expertos internacionales en guerras sucias y ordalías similares.

Y a todas estas, ¿en dónde están el procurador y el contralor? Acaso seleccionando las cabezas que serán arrolladas inclementemente por el discurso endurecido de este Gobierno.

El procurador debe ejercer vigilancia a los jefes de comunicaciones de las entidades estatales para impedir que se multiplique el tsunami mediático que se avecina; y el contralor haría bien en visitar esas mismas oficinas y registrar en qué se están gastando los recursos públicos y a cuánto asciende esa cuantiosa inversión en medios alternativos, influencers, bodegas, call-centers y similares. Conviene que se muevan ahora, porque si esperan a que el desastre se desate esto no lo va a parar nadie.

Adenda. Otro fuetazo al Valle del Cauca por orden del desagradecido de Petro y su combo. Ahora, el Gobierno toma el control del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón en detrimento de Palmira y el departamento. Vallunos, anoten: este fue el cambio.

Conoce más
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.