Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
“Si todos avanzamos juntos, el éxito llegará solo”, Henry Ford.
Tras las dos últimas jornadas premundialistas, la selección de Colombia sumó dos empates: 0-0 ante Perú en condición de local y 1-1 frente a Argentina en Buenos Aires. Con apenas dos puntos de seis posibles, la tricolor aún mantiene el sexto lugar en la tabla, una posición que la clasifica directamente al Mundial 2026, aunque lejos del rendimiento ideal.
Aspectos claves tras las últimas fechas: Colombia sigue sin mostrar su mejor versión como local. La falta de contundencia en casa sigue siendo un aspecto preocupante. El aporte de Jefferson Lerma, Dávinson Sánchez y el gran Luis Díaz ha sido fundamental. Son pilares que han sostenido el rendimiento de la selección. El partido contra Perú no tuvo la intensidad necesaria. Quizá inconscientemente no se valoró la importancia del encuentro, una victoria habría prácticamente sellado la clasificación.
El equipo hizo un gran trabajo táctico ante Argentina. Hubo presión en bloque alto, neutralización de los laterales albicelestes e intensidad en el juego, con buena administración de tiempos y espacios. No se aprovechó la ventaja numérica al final. Jugar con un hombre de más contra Argentina debió ser un factor determinante, pero Colombia no sacó rédito suficiente de la situación.
Ahora vienen los dos últimos retos: Bolivia y Venezuela. Los colombianos no pueden bajar la guardia. Quedan dos compromisos cruciales que definirán el destino de la selección. El primero es ante Bolivia, en Barranmquilla. Aunque la selección boliviana viene de ganar y aún pelea por su cupo al Mundial, Colombia debe aprovechar su localía para sumar tres puntos vitales. Contra Venezuela, como visitante, será complicado, porque es un clásico ante un equipo aguerrido. Históricamente los venezolanos plantean un fútbol intenso, físico y combativo, y también quieren asegurar su boleto mundialista.
La mentalidad es el factor vital en el desenlace de la eliminatoria. La preparación técnica es importante, pero el aspecto mental marcará la diferencia en estos encuentros decisivos. Los jugadores deben interiorizar su responsabilidad, fortaleciendo su enfoque competitivo y su confianza para encarar partidos de alta exigencia. Además, la convocatoria debe priorizar a aquellos futbolistas que estén en su mejor momento y puedan aportar solidez al equipo.
¿Hay una barrera psicológica en el fútbol? ¿Podría ser que algunas selecciones, masculinas y femeninas, estén atravesando un fenómeno de nikefobia, ese miedo profundo de alcanzar la victoria en momentos claves de la competencia? Colombia debe demostrar que está lista para romper esa barrera y dar el golpe definitivo hacia su clasificación.
Los colombianos soñamos con el Mundial 2026; que la garra y el talento sean nuestro motor. ¡Vamos, mi país, con fuerza y corazón!
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador
