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Entre contrataciones en posiciones en las que había necesidades manifiestas y ofertas imposibles de rechazar, se armó Millonarios para este año. Apenas ha jugado dos partidos oficiales en liga, los dos los ganó frente al campeón Pereira de visitante y frente a Jaguares en Bogotá. Esta semana comenzará su reto en la Copa Conmebol Libertadores cuando enfrente en Ecuador a la Universidad Católica de ese país.
La llegada de Leonardo Castro, el goleador del año pasado en el país, fue un acierto. Además, se anunció muy temprano. Esto indica que los directivos han aprendido a gestionar rápida y efectivamente. Recordemos que este era un debe hace no mucho tiempo. También retornaron Fernando Uribe y Giraldo, dos viejos conocidos que tuvieron un infortunado paso por Júnior, pero que en el azul ya han rendido.
Se apostará, dando continuidad a la idea de producir futbolistas para la venta, a futbolistas como Óscar Cortés, Yuber Quiñones, Paredes, Torres y el mismo Édgar Guerra. Ellos, respaldados por experimentados como Mackalister Silva, Castro, Vásquez y los ya curtidos Vargas y Llinás, parecen conformar una mezcla correcta de juventud y experiencia que permite soñar con alcanzar el éxito.
A última hora se fueron al fútbol del exterior Carlos Andrés Gómez y Daniel Ruiz, dos figuras del año pasado. No hubo tiempo de reaccionar con la traída de hombres nuevos, porque en enero los buenos ya están ocupados, pero en la casa ya están formándose desde un tiempo atrás los citados.
Trabaja Millonarios en renovar desde ya a Alberto Gamero por dos años más a partir de la finalización de su contrato a finales de 2023. Esto indica que la apuesta por el entrenador se extendería a por lo menos seis años, todo un récord en el fútbol colombiano moderno. A decir verdad, el samario ha tenido en la pelea a Millonarios por los títulos casi siempre en el tiempo que lleva al frente del equipo y esto no fue habitual a lo largo de este siglo.
En resumen, Millonarios hace muchas cosas bien y, dicen sus dueños, todo hace parte de un proceso que busca que llegue el momento en el que los títulos arriben de manera frecuente.
Lo cierto es que todo esto es bonito, ejemplarizante y enriquecedor para el fútbol colombiano en general. Sin embargo, la gente que hace grande a la marca Millonarios, la hinchada, necesita títulos ya. Ojalá este año lleguen para ponerle la firma a un proceso que va bien, pero todavía está lejos de marcar historia en Millonarios.
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