En la campaña electoral para elegir presidente 1978-1982, las paredes de múltiples ciudades del país se pintaron con la perentoria consigna: “Turbay es la mafia”, en un tiempo en el que ya Colombia era una especie de “narcocracia” (término acuñado entonces por la DEA), desde el cuatrienio de Alfonso López Michelsen. Eran los días de los denominados “dineros calientes”, con los cuales, además, se financiaban campañas electorales, cuando ya había pasado la bonanza “marimbera” y ascendía la de la cocaína.
El candidato Julio César Turbay, favorito para ganar los comicios (el presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, ya lo había...
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