Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Efraim Marketing

Renson Said

28 de octubre de 2022 - 05:15 p. m.

Parece una obviedad pero hay que repetirlo: a un escritor hay que exigirle que escriba bien, de la misma forma como a un cantante que cante bien y a un pintor que pinte bien. Lo demás es demagogia y la demagogia, como ustedes saben, es contraria a la naturaleza del arte. Digo esto porque acabo de leer una columna del escritor cartagenero Efraim Medina Reyes (o Medina Marketing, como lo llamaré de aquí en adelante, parodiando un juego de palabras que se inventó Guillermo Cabrera Infante hace más de 30 años y que Efraim usa como si fuera producto de su imaginación municipal), en la que critica con un lenguaje virulento lo que los escritores acomplejados por la grandeza de García Márquez repiten cada cierto tiempo: que no le dio suficiente respaldo a su natal Aracataca.

PUBLICIDAD

Ese artículo de Efraim lo he leído docena de veces en muchos escritores. Unos le critican a García Márquez no haber construido escuelas en Aracataca. O no haber iniciado las obras para un acueducto y lo culpan del atraso del pueblo que inspiró al mítico Macondo.

Son tonterías.

García Márquez ha hecho más por Colombia que todos los presidentes juntos que han pasado por esta república obsesionada con el parricidio. Y el artículo de Efraim Marketing forma parte de los libelos que cada cierto tiempo se publican contra el genio de Aracataca para llamar la atención. Los hay de todo tipo: inteligentes y documentados, como el de Jaime Mejía Duque contra el Otoño del Patriarca. Académicos y bien escritos como el de J.M. Coetzee contra Memorias de mis putas tristes. Y vacíos, sin investigación y llenos de inexactitudes como el de Medina Marketing.

Ignoro si Efraim ha construido alguna escuelita en Cartagena o ha donado sus derechos de autor a alguna causa noble como el sindicado de prostitutas que se acaba de formar en Bogotá. Pero lo cierto es que García Márquez tiene un historial largo de obras filantrópicas: desde la creación del Comité de Solidaridad por los Presos Políticos, hasta su papel definitivo en los procesos de paz con el M-19 y las Farc, pasando por la creación de Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños (García Márquez quería fundarla en Cartagena, pero en Colombia, como siempre, no le prestaron atención), y que apoya y financia a jóvenes promesas del cine de América Latina, el Caribe, Asia y África.

Read more!

Y muchas cosas más: haber puesto a Colombia en el mapa internacional de la literatura. Su vasta obra, que contribuye inevitablemente al desarrollo de la humanidad, ha permitido que los escritores colombianos, Efraim Marketing incluido, sean publicados en editoriales extranjeras.

Fulminar a un ser humano es fácil. La humanidad está llena de contradicciones y desaciertos: un Hemingway machista, un Céline fascista, un Borges conservador, un Camilo Cela soplón del franquismo, un Efraim Medina travestido en lo que más le duele: un epígono de una literatura que busca escandalizar, pero que al lector le produce bostezos.

No le queda nada bien a un novelista ya entrado en años, que posa de rebelde y divertido, hacer juicios morales contra uno de los escritores más importantes del mundo. Pero, ¿desde qué altura moral escribe Efraim? Lo recuerdo hace varios años organizando un Hay Festival alternativo y rebelde, pero la rebeldía le duró hasta que los organizadores del Hay Festival lo contrataron y le cerraron la boca. También lo recuerdo escribiendo columnas contra el reality Gran Hermano porque le parecía frívolo, pero luego, al poco tiempo, el mismo canal lo contrató para que dirigiera la revista del reality que criticaba. ¿Y qué hizo el iconoclasta Efraim? Pues aceptó la oferta porque su rebeldía tiene precio.

Read more!

Escribir contra García Márquez y llamarlo “malparido” forma parte de un sistema de merchandising que usa Medina Marketing para aumentar sus ventas. Pero sus ventas no aumentan porque en vez de dedicarse a estudiar lo que García Márquez enseñó, pierde tiempo valioso de su prematura vejez tratando de arañar una piedra cristal de roca.

El irrespeto a una gloria nacional de la literatura debe darse en el terreno de la inteligencia, superando lo que el maestro escribió. Pero, parodiando un título de una novela de Efraim, el talento de García Márquez es la mejor cosa que nunca tendrás.

No ad for you
Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.