Sería desastroso que el presidente Iván Duque niegue la autorización a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que visite el país y evalúe la situación de derechos humanos, porque sería una decisión contradictoria con posiciones previas del Gobierno y perderíamos un mecanismo esencial para desescalar las violencias y lograr una salida democrática a la crisis.
En ocasiones previas, el presidente Duque criticó a otros países que frente a una crisis grave se negaron a recibir a la CIDH. Lo hizo, con toda razón, cuando Nicaragua expulsó al grupo de seguimiento creado por la CIDH. El gobierno Duque apoyó entonces, en...