Noticia de tres noticias

Esta semana, Colombia enfrentó tres escándalos indignantes, al menos para quienes queremos una mejor democracia: i) la imputación de cargos contra Oscar Iván Zuluaga, con pruebas fuertes, por haber recibido dineros de Odebrecht durante su campaña presidencial de 2014, cuando casi gana; ii) la recepción multitudinaria y apoteósica, en Sahagún, del “Ñoño” Elías, a pesar de estar condenado por hechos muy graves de corrupción; y iii) la negativa de Planeta, sin dar ninguna razón convincente, a publicar el libro La Costa Nostra de Laura Ardila sobre el poderoso clan Char, a pesar de que el texto ya estaba listo y que periodistas de...

Por Rodrigo Uprimny

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Miguel(63706)•17 de julio de 2023 - 09:24 p. m.

Por qué no eliminan esa sinvergüencería de institución ? esa y la llamada Comisión de acusaciones de la Cámara, entre varias, no son sino foco de corrupción y medio para que los avivatos de siempre se roben nuestros recursos.

FRANCISCO(61977)•17 de julio de 2023 - 02:16 a. m.

No sólo el CNE, sino la bien llamada comisión de absoluciones de la Cámara. Que entre el diablo y escoja.

ANA(11609)•17 de julio de 2023 - 01:40 a. m.

Ni màs, ni menos, Doctor Uprimny. El que escruta, gana y quién pone en el curubito a los magistrados de la CNE, sabe perfectamente que nada le pasarà, porque gracias a su voto el personaje no tendrà màs remedio que archivar la investigaciòn. Segùn el registrador Vega, presidente del Consejo Nacional Electoral entre 2016 y 2018, manifestò : 'Hombre, mire, yo creo que esto aquí hay que sacarlo en tablas, porque si no, esto se forma una crisis institucional para el país ni la berraca'.

Felipe(dw15k)•16 de julio de 2023 - 11:05 p. m.

En Colombia la función pública está diseñada para que los altos cargos gocen de impunidad como en épocas en que los reyes se suponían infalibles. El único discurso creíble contra la corrupción son leyes que castiguen al magistrado, fiscal general, procurador general, senador, presidente que cometa cualquier acto indebido. Pero llevamos décadas contemplando que los funcionarios encargados de hacer justicia, hacen venias a sus jefes políticos corruptos y son parte de su nómina. La sal, podrida.

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