Ajuste monetario y político

Salomón Kalmanovitz
27 de septiembre de 2021 - 04:59 a. m.

El Banco de la República enfrenta un cambio de condiciones y debe tomar delicadas decisiones para intentar dar solución a varios problemas económicos. En Estados Unidos la inflación superó ampliamente la meta de la Reserva Federal (la FED), que es del 2 %, pues supera el 5,3 %, debido a la fuerte recuperación económica y problemas de suministro; por lo tanto, la FED reduce su postura expansionista que mantuvo hasta ahora con compras masivas de bonos de deuda y fijando una tasa de interés del 0 %. Ha anunciando que va a reducir sus compras de títulos y elevará su tasa de interés sustancialmente en el futuro.

Por bastante tiempo el banco colombiano mantuvo su tasa de interés en 1,75 %, a pesar de una elevación de la inflación que en septiembre marcó 4,44 %, empujada en buena medida por la devaluación del peso, incumpliendo así su meta, que es del 3 %. La inflación básica o subyacente, que mide las fuerzas que la determinan y excluye los alimentos y precios regulados por el Gobierno, está en 3,1 %. La inflación anual de alimentos alcanzó 11,5 %, que significa física hambre para millones de hogares.

Pareciera que la junta se durmió entre tanto ajetreo de cambios y la fallida imposición de Duque para nombrar a su gerente. El presidente de la economía naranja —¿la recuerdan?— nombró a varios codirectores sin bagaje teórico ni práctico en la junta, incluyendo a familiares de sus funcionarios. Allí hizo aterrizar también como miembro ordinario a su infamoso exministro de Hacienda para que reposara lejos del mundanal ruido con unos decorosos emolumentos. Los que defienden su sapiencia técnica no deben olvidar que logró embaucar a 106 pobres municipios del país con sus bonos de agua, que devengaban intereses reales del 12 % anual. La penuria de los alcaldes afectados hizo necesario su rescate por Findeter, un ente financiero del Gobierno Nacional. En últimas, los contribuyentes salimos a pagar por los platos rotos de sus negociados.

A esta junta menguada del banco central le corresponde ahora alcanzar por lo menos una posición neutra, lo que significa ajustar su tasa de interés a un nivel similar al de la inflación. En otras palabras: subir casi tres puntos en poco tiempo, rompiendo con la sana costumbre de hacer ajustes graduales de la tasa del 0,25 % en cada reunión. Habrá que ver si se atreven decretar elevaciones bruscas de la tasa de interés que podrían hacer abortar la recuperación de la actividad económica.

El banco central ha estado haciendo operaciones directas con el Gobierno para cambiarle los dólares que recibió por préstamos del Fondo Monetario Internacional, lo que vuelve a poner en duda su autonomía: anteriormente, el Ministerio de Hacienda debía hacer sus operaciones en el mercado cambiario sin la ayuda del banco central. Es obvio que este Gobierno no cree en la separación de poderes y se salta las barreras éticas en nombrar allegados en todas las posiciones del Estado, incluyendo organismos de control y entes que la Constitución quiso preservar de las garras de la politiquería y el nepotismo.

No contento con disponer de tantos cargos públicos, el presidente y sus aliados en el Congreso malograron la ley de garantías, permitiendo que el gasto “público” de alcaldías y gobernaciones sirva para apoyar las campañas de sus candidatos en las elecciones de 2022. Se trata de otro alevoso atentado contra la competencia política.

 

Pedro Juan Aristizábal Hoyos(86870)27 de septiembre de 2021 - 05:05 p. m.
Uribe y Duque siendo "puras pérdidas" siguen controlando todos los poderes y hasta el B. República. Tenemos una dictadura con nombre CD A votar en senado y cámara por el cambio... A. Gaviria G. Petro Y H. De la Calle deben ir unidos para sacar esta mafia del poder
Antonio(sa3gs)27 de septiembre de 2021 - 04:29 p. m.
Que podemos esperar en este año que falta para este pésimo gobierno ..fácil hambre e inflación del 8 x 100
Felipe(94028)27 de septiembre de 2021 - 02:56 p. m.
Tenemos el Congreso y el Presidente elegidos por el ínclito pueblo, mejor dicho: la mitad del pueblo que vota, a la otra mitad no le importa un comino. En 2018 el ínclito pueblo quiso este caldo y en 2022 pedirá más de lo mismo, porque es imposible que la gente vaya a cambiar tanto en tan poco tiempo. Este país ignorante y rezandero vota feliz a sus verdugos y luego grita en la calle.
Dion Casio(66071)27 de septiembre de 2021 - 02:23 p. m.
Sospecho que la camarilla del B de la R hace rato que programó una inflación en gran escala pero que para la gente que les cree sus actas y documentos oficiales no cuentan la realidad. No más comparen el poder adquisitivo de un billete de 50 hace un año y hoy ni con un billete de 100 se compra lo mismo.
Alberto(3788)27 de septiembre de 2021 - 09:23 p. m.
Magnífica. Régimen inmoral, deshonesto, sin ética y anti técnico.
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