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El presupuesto de la Nación

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Salomón Kalmanovitz
16 de septiembre de 2024 - 05:05 a. m.
“El monto que el gobierno aspira gastar no se compadece con el recaudo posible”: Salomón Kalmanovitz
“El monto que el gobierno aspira gastar no se compadece con el recaudo posible”: Salomón Kalmanovitz
Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda
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El Ministerio de Hacienda presentó su proyecto de presupuesto para 2025 por un monto de $523 billones de pesos, equivalente al 30,6 % del PIB proyectado para el mismo año. La senda del presupuesto ha sido creciente en este gobierno: del 27,5 % del PIB en 2023 saltó al 31 % en 2024 y disminuyó un tris dentro del producto para el año entrante. No hubo consenso entre las cuatro comisiones del Congreso que intentaron legislar sobre el proyecto del gobierno, al que siempre se le facilita imponer su criterio, pues no necesita de la aprobación del Congreso para decretar.

Recuerdo una caracterización del Estado colombiano que solía hacer el grupo político al que pertenecía en los años 70: se trataba de una “dictadura civil”. De hecho, en la historia del capitalismo, la lucha entre la corona y los contribuyentes se zanjó en Inglaterra a favor de los segundos y del parlamento como el único recinto en el que se negociaban los tributos, lo que requirió que rodaran cabezas muy eminentes. La consigna de la independencia de los colonos del norte de América contra la dominación inglesa fue precisamente la de “no hay tributación sin representación”. En nuestro sistema político ultra-centralizado, el Congreso actúa más bien como notario del gobierno que rubrica todas sus iniciativas con negociaciones que se cierran con concesiones de gasto público regional y en puestos para las bases políticas de los congresistas, que representan las “fuerzas vivas” de sus regiones, pero no se dan intensas controversias ideológicas.

El monto que el gobierno aspira gastar no se compadece con el recaudo posible, quedándose corto en $12 billones. Para recaudar el faltante, el gobierno propone una segunda reforma tributaria en los dos años que quedan de su mandato, algo que no ven con buenos ojos empresarios nacionales y extranjeros. Revela poca previsión del gobierno el estar remendando el estatuto tributario cada año. De los 12 billones contemplados, seis billones saldrían de nuevos impuestos y el resto surgiría de endeudamiento adicional, emitiendo bonos que seguramente ofrecerán intereses más altos de los que logró el país en el pasado.

Los nuevos impuestos recaerían sobre plataformas de juego y azar con la tasa del 19 %, restablecerían el IVA a los carros híbridos que perderían su atractivo y el logro de disminución de emisiones de carbono, aunque se mantendría la exención para los carros eléctricos que presentan el inconveniente de no contar con suficientes estaciones de carga en el país. Se ampliarían también los impuestos al carbono. Al mismo tiempo, el gobierno hace concesiones inconvenientes para el equilibrio fiscal, como reducciones de impuestos a ciertas empresas e incentivos al turismo, supuestamente para impulsar la reactivación de una economía que está creciendo muy poco. Un verdadero impulso al crecimiento exige un fuerte gasto deficitario, para lo cual el gobierno no cuenta con espacio político.

Con el mismo ánimo reactivador se establecen rebajas de impuestos a las empresas que inviertan en energías renovables y en el turismo sostenible, que no se sabe bien qué es.

Un último tema que se le cuelga a toda reforma tributaria es la mejora de la eficiencia administrativa de DIAN, algo que generalmente es difícil de lograr por los sindicatos de la entidad y el poco atractivo que tiene de vincular personal altamente calificado y difícil de corromper, sin mencionar la falta de inversión en equipos y en formar verdaderos detectives tributarios.

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Ricardo(hwcm7)19 de septiembre de 2024 - 09:54 p. m.
Habría que enfocar de nuevo políticas de tipo Keynesiano. Como dice el profesor Kalmanovitz, se exige un fuerte gasto deficitario. Lo que pasa es que en medio de un modelo neoliberal y sin apoyo político, difícil. Esto no es de críticas estúpidas como la de que es para vivir sabroso. Este problema se ha heredado por la imposición de ese modelo. Y los gobiernos anteriores han acudido a la deuda externa ¡Que curioso que ahora si los medios lo debatan tanto!
Luis(itkq6)17 de septiembre de 2024 - 05:18 p. m.
Esto del presupuesto ya es un juego que posiblemente Chespirito, de nuevo en los refritos de la TV colombiana, dejará en claro. Un presupuesto que jams tendrá opción a ser llamado LEGAL. Un presupuesto que algunos les sirve solo para vivir SABROSO, mientras para otros sera disminución en sus bolsillos y en su alimentación diaria. Los pobres serán mas pobres, los ricos mas ricos.. Es parte de EL CAMBIO.. y que cambió dios mio..
Daniel(41805)17 de septiembre de 2024 - 03:15 p. m.
La idea es sacar del bolsillo de todos la plata con la que importamos el gas y prontamente el petróleo. Con la utopía de expandir el turismo en un país en el que los grupos ilegales con su violencia se expanden y fortalecen. Todo mal.
Atenas(06773)17 de septiembre de 2024 - 12:31 p. m.
Desde todos los flancos le llueven críticas a ese embuchado q’ es el reforma tributaria en curso o ley de financiamiento q’ es lo mismo, pero un poco más elegante pa engatusar a los incautos q’ no entienden o disciernen estos términos económicos. Y en tanto, nubes muy oscuras estrechan el cerco fatal sobre Colombia.Atenas.
NAVY(47439)17 de septiembre de 2024 - 12:57 a. m.
Presupuesto alucinado y chambon como quienes lo elaboran.
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