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¿Reactivación a la vista?

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Salomón Kalmanovitz
26 de agosto de 2024 - 05:05 a. m.
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La producción de bienes y servicios en Colombia durante el segundo trimestre del año sorprendió con un avance de 2,1 %, tras un primer trimestre que arrojó un crecimiento bastante menor. La cifra del segundo trimestre es mediocre, pero ciertamente es una mejora tras un estancamiento que se había prolongado por casi dos años. Se espera que la economía crezca cerca de un 2 % en 2024 y una tasa considerada natural (de largo plazo) de 3 % en 2025, ya con el largo gobierno de Petro con el sol a sus espaldas.

El crecimiento al final de 2024 y por renglones se calcula de la siguiente manera: el sector agropecuario aumenta 10,2 %, lo que explica la mitad del crecimiento de toda la economía, mientras que el producto de la administración pública (básicamente salarios de empleados públicos y compras al resto de la economía) crece 4,8 %. Las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación y otras actividades de servicios obtienen un aumento de 11,1 %.

El peor desempeño lo tiene la industria, que decrece casi 5 %, siendo una de las razones la apreciación del peso colombiano que se deriva de las exportaciones de petróleo. En efecto, el valor del peso se ha mantenido durante un largo tiempo rondando los $4,000 por dólar, lo que le ha hecho perder capacidad de competir internacionalmente. Por las mismas razones, las exportaciones no petroleras deben competir asumiendo el costo de recibir menos pesos por cada dólar. La revaluación incide para que en 2023 tuviéramos una balanza comercial deficitaria en cerca de US$10,000 millones, que en el primer semestre de 2024 se mantiene con la misma desproporción.

El déficit comercial impacta negativamente el crecimiento de la economía porque una mayor parte de la demanda recae sobre las importaciones y disminuye la que favorece a la producción local de bienes y servicios. Los crónicos déficits comerciales de Colombia explican el crecimiento de la deuda externa que efectivamente financia los faltantes de la balanza comercial, aunque también contiene el endeudamiento privado y público con instituciones internacionales. A marzo de 2024, la deuda externa de Colombia rondaba los US $200,000 millones que representa más de la mitad de la producción de bienes y servicios del país durante un año. A pesar de seguir requiriendo de endeudamiento externo para completar el presupuesto, la deuda ha venido cayendo como proporción del PIB durante los últimos tres años. Puede ser que el gobierno haya encontrado más obstáculos en conseguir los recursos en el exterior, comparado con otros gobiernos que tenían cuadros de tecnócratas preparados, precisamente por el olímpico desprecio que muestra el presidente hacia los economistas y financistas profesionales, a pesar de que Petro estudió economía en Universidad Externado de Colombia e hizo estudios de postgrado en la Universidad de Lovaina en Bélgica.

Las políticas públicas han tenido que ver con los resultados económicos anotados, en especial un aumento del déficit fiscal que se está acercando al 5 % del producto interno, nivel que es considerado como riesgoso por las calificadoras internacionales. Una de las consecuencias es que contribuye a que los intereses con que se contrata nueva deuda externa resulten más elevados, aunque a la fecha Colombia está pagando 7,1 % de interés que es relativamente moderado.

El gobierno busca, faltando solo cuatro meses para que se acabe el año, que el Congreso de la República le apruebe, primero, un presupuesto por $511 billones en 2025, para después presentar al Legislativo una ley de financiamiento adicional, que es una suerte de reforma tributaria, pero acotada a financiar el hueco del presupuesto. Por esta vía, el gobierno busca recursos por $12 billones más, que sumados arrojan los $523 billones que pretende gastar el Gobierno el próximo año. Esta es una movida tardía que va acompañada de un mensaje de urgencia, que ha debido ser resuelta anteriormente.

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Carlos(46629)28 de agosto de 2024 - 04:43 a. m.
Lamentable la progresiva pérdida de rigor y objetividad científica en sus análisis, profesor Kalmanovitz. Muy poco se puede rescatar ya de los mismos, cargados de comentarios y juicios de valor que develan su menosprecio por la verdad.
Chirri(rv2v4)27 de agosto de 2024 - 10:26 a. m.
Ve Chalo, no te has dado de cuenta que, ¿el faltante de gasolina para aviones, es por el acelere de la economía? a mayor movimiento, más apretujamiento, más cola para todo, hasta para ir al baño.
Orlando(11296)27 de agosto de 2024 - 01:16 a. m.
Cómo le cuesta a Kalmanovitz reconocerle algo a Petro. Nada dice que el sector agropecuario, olvidado por gobiernos anteriores, vaya a crecer sobre el 10%, que es parte de la promesa de cambiar la matriz productiva. Le parece vano que se esté honrando el pago de la deuda que el inepto Duque dejó por las nubes; qué poco significa que la inflación haya bajado cerca de 8 puntos en tan solo año y medio, que el défict fiscal no haya subido. El que quiera más que le piquen caña.
NAVY(47439)26 de agosto de 2024 - 07:08 p. m.
"Petro estudió economía en Universidad Externado de Colombia e hizo estudios de postgrado en la Universidad de Lovaina en Bélgica"; pero parece egresado de la San Marino
  • Orlando(11296)27 de agosto de 2024 - 01:16 a. m.
    ¿Y su madre fue la profesora?
  • Pedro(86870)26 de agosto de 2024 - 09:19 p. m.
    Tan ignorante no, es todo el equipo económico que es muy bueno. En dos años no se arregla el mierdero que recibió este gobierno
Carlos(92784)26 de agosto de 2024 - 04:54 p. m.
Las frías cifras no dejan ver lo que puede significar para el campesino colombiano un crecimiento del 10,2 % después de décadas de estancamiento. Cuánto del déficit fiscal se puede aliviar acabando con el subsidio al diesel??
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