Hace diez días naciste en Barranquilla. Ese día la temperatura máxima fue de 34 °C; en la atmosfera rondábamos las 424.5 ppm de CO₂, y el huracán Melissa de categoría 5, crecía frente a Jamaica. Llegaste a un planeta lleno de cosas bellas y también nos esperan muchas aventuras, porque muchas cosas cambiaron.
Empujamos los límites de funcionamiento de la Tierra con prisa y, a veces, con soberbia. El clima se volvió más extremo, por lo que será una de las mayores fuentes de retos y también de aprendizajes. También cambió nuestra manera de entendernos: ahora sabemos y valoramos que ninguna economía funciona sin agua limpia, que ninguna ciudad florece sin suelos sanos y árboles, y que ningún futuro es posible si olvidamos la dignidad de las personas. Nos hemos dado cuenta de nuevo de la importancia de lo esencial: la naturaleza, la compasión, la solidaridad. Y aunque nos falte mucho, hay millones de manos y corazones empeñadas en hacerlo mejor.
En este planeta también cambian las historias, nosotros crecimos oyendo cuentos de príncipes y princesas, de castillos y rescates imposibles, de héroes que tal vez no lo eran tanto. A ti, te contaremos historias de arrecifes de coral y páramos heroicos, de peces que cambian de color, de frailejones que beben nubes, de ballenas que cantan rutas antiguas, de jaguares que cuidan ríos. No es que la fantasía haya desaparecido, siempre ha estado ahí latiendo, porque el mundo está lleno de seres increíbles. Solo que ahora aprendimos a reconocer la magia en la diversidad de la vida: en una semilla que germina, en el brillo del plancton en una noche sin luna, en la belleza de los árboles al florecer. Crecimos con historias que ya no son; ahora nos toca contarte otras que sí pueden ser.
Habrá días increíbles llenos de aventuras. Te parecerá mágico el primer pez que veas nadar, el vuelo de una mariposa, la grandeza del río que pasa cerca a tu casa. Espero que podamos enseñarte a amar este planeta y su naturaleza y, al amarlo, transformarlo. La naturaleza no es solo un paisaje para las fotos, es la casa que nos sostiene, la escuela que siempre nos enseña, nos inspira, nos divierte.
También habrá días difíciles con noticias que pesan, tormentas que desordenan los planes, incertidumbres que se mantienen en silencio. Entonces te hablaremos de la esperanza, de la compasión y de la solidaridad; no son ingenuidad, sino la manera en la que, a lo largo de la historia, se han tejido millones de actos de amor, para cuidar y sostener a otros. Esos sentimientos se alimentan de pequeñas victorias, de comunidades que se organizan, de maestras que abren caminos, de científicos que comparten sus hallazgos, de pueblos que cuidan su territorio, de amigos que no sueltan la mano.
Tu aventura será encontrar la manera en la que tus talentos los pongas al servicio de la vida y el cuidado de la casa común. Recuerda que la ternura es una tecnología sofisticada para sostener la vida, y date el permiso de equivocarte y de recomenzar, las veces que haga falta. Te acompañaremos para que sepas decir “no” a lo que lastima y “sí” a lo que cuida.
Bienvenido Lorenzo y bienvenidos todos los bebés que nacen en estos tiempos, de nuestra parte les prometemos seguir aprendiendo para corregir el rumbo.