Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

García Márquez, Vives y Dangond


Santiago Gamboa

25 de mayo de 2024 - 12:05 a. m.

Jamás pensé que debería —ni habría deseado— escribir esta columna, dedicarle atención a algo tan insólito, banal e incluso grosero, como que dos cantantes de vallenato, el uno muy conocido en la región y el otro más bien local, decidan ponerse a cantar, grabar en video y finalmente divulgar, a través de esa efímera versión del Juicio Final anticipado que son las redes sociales, una canción en la que se le hace a García Márquez la acusación más asombrosa y tercermundista que uno pueda imaginar: la de no haberle dado algo a su pueblo, entendiendo por “algo” un colegio, el acueducto, ¿un centro de salud? ¿Una carretera? Lo escribo y no salgo de mi asombro, y casi me derrota la vergüenza ajena. Entiendo que la letra de semejante adefesio no es de ninguno de los dos cantantes, pero lo que sí es de su cosecha es la brillante idea de cantarla y divulgarla. Y esto quiere decir, ni más ni menos, que están de acuerdo con su contenido, a no ser que se trate de semi analfabetas o, sencillamente, tontos, lo que, al menos en Vives, no me parece que sea el caso.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

PUBLICIDAD

¿En qué parte del cuerpo debe estar ubicado el cerebro, y cuál será su tamaño, para considerar que García Márquez tenía una suerte de obligación moral de retribuirle a sus conciudadanos su éxito? Supongo que proviene de esa vieja leyenda de boxeadores que se hacían ricos y regalaban casas, o de los narcotraficantes que tiraban billetes desde sus carros. Pues el malvado García Márquez no hizo nada de eso y ahora se lo vamos a cobrar, para que aprenda. Para que el mundo sepa lo que nos quedó debiendo. Y qué mejor que estos cantantes lo griten a los cuatro vientos. Lo curioso es que al menos dos parientes de la poderosa familia de Carlos Vives han sido recientemente gobernadores del Magdalena, donde está Aracataca: Luis Miguel Cotes y Rosa Cotes Vives. Y no está de más recordar que son los gobernadores los que deben construir acueductos, colegios y carreteras. No los artistas. Pero los políticos parecen estar eximidos de esa obligación, la de cuidar un presupuesto que es de todos y usarlo regidos por el interés público. Lo menciono porque, precisamente, veo que esos dos parientes de Vives, los exgobernadores, serán juzgados por los dineros de una carretera de 52 kilómetros en el Magdalena de la que sólo se hicieron 18. ¿Y los 34 que faltan? Nadie da razón. Y más, pues según leo en La Silla Vacía, “Rosa Cotes Vives es esposa desde hace 36 años del exalcalde condenado por parapolítica Francisco ‘Chico’ Zúñiga, y hermana de los contratistas y empresarios bananeros Álvaro y Luis Miguel Cotes, más conocidos como ‘Los Conejos’”.

Read more!

Que yo sepa Carlos Vives no les ha cantado una canción a esos parientes pidiéndoles esa carretera que presuntamente no hicieron, o preguntando a dónde fueron a parar los denarios destinados a esa obra, pues la Fiscalía habla de 70.000 millones, fatídica cifra. Ellos sí que tenían la obligación de hacer carreteras y centros de salud. Ese era su trabajo, y además con plata pública. Por eso les convendría aprender, en la medida de la cultura de la que disponga cada uno, que García Márquez sí le dejó algo importante a su gente. Algo que es muchísimo más grande, pero que probablemente ellos no pueden —o no les conviene— valorar.

Read more!
Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.