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Populismo y regresión negativista

Santiago Montenegro
19 de octubre de 2020 - 03:00 a. m.

La historia nos ha enseñado que, en crisis como la pandemia, los seres humanos somos propensos a sentimientos como el miedo, la rabia, la envidia, la xenofobia, el racismo y hasta la misoginia. De los fenomenólogos hemos aprendido que, en tanto la razón analiza la realidad con base en la argumentación y la experiencia empírica, los humanos también tratamos de darles un sentido y un significado a los hechos, tal como los percibimos con la experiencia subjetiva, inmediata, evidente y diaria.

Algo semejante planteó Ortega y Gasset cuando distinguió entre las ideas y las creencias. En tanto tenemos ideas, como la ciencia, las leyes y las normas, que son producto de la argumentación racional, las creencias no las tenemos, simplemente estamos en ellas. Mientras las ideas se tienen y se sostienen, las creencias nos tienen y nos sostienen. Así, los humanos tenemos que creer en una cantidad de cosas para vivir, como que, al salir de la casa, todavía existe una calle, que la calle tiene un piso firme, o que al pasar bajo un semáforo en verde, suponemos que quienes lo tienen en rojo, efectivamente, van a parar. Pero también creemos que el futuro será mejor, o tenemos fe en un Dios benevolente que nos socorre, o en la Virgen del Carmen, que protege a los conductores de buses y tractomulas, o que debemos votar por uno u otro partido político.

En épocas de crisis, en las que tienden, entonces, a primar las creencias y representaciones personales, inmediatas y subjetivas, para darle un sentido y significado a lo que sucede, la gente es muy propensa a aceptar explicaciones facilistas y a buscar culpables de los males del mundo, a dividir la sociedad entre buenos y malos, ellos y nosotros, o entre un pueblo noble y una élite malévola. Eso lo saben bien y lo aprovechan los populistas, así como los regímenes enemigos de la democracia, como la dictadura de Maduro y sus adláteres entre nosotros. Pero, quizá, lo más sorprendente en esta época convulsionada que vivimos son los ataques a nuestro ordenamiento institucional, no solo de parte de los enemigos de la sociedad abierta, sino de personas que han ocupado las más altas dignidades del Estado, en calidad de ministros, embajadores y viceministros, quienes atacan lo que llaman el “régimen” o el “establecimiento,” del que aún hacen parte. Para muchos de ellos, todos los políticos, todos los jueces, todos los funcionarios públicos son corruptos, y lo que llaman el establecimiento es igualmente corrupto.

Para otros miembros del establecimiento, todos nuestros empresarios son una partida de rentistas, mediocres y corruptos. Según ellos, aquí no se salva nadie, excepto, quizás, ellos mismos. En realidad, son unas generalizaciones absurdas, sin ningún fundamento empírico, es un grito desaforado que parece solo buscar los likes de las redes sociales. Claro que hay muchos corruptos, pero no dudo en afirmar que la gran mayoría de nuestros políticos, jueces, funcionarios públicos y empresarios son personas buenas, honestas y trabajadoras.

Así, esta pandemia nos ha enseñado que, además de los filósofos de la fenomenología y de las creencias, necesitamos también psicólogos para analizar la regresión negativista que se ha apoderado de muchos, una regresión que debe tener muy contentos a quienes quieren destruir nuestra democracia liberal y la economía de mercado.

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Francisco(82596)19 de octubre de 2020 - 01:48 p. m.
Hola, amigos. ¿Por qué pensar que quienes critican nuestra democracia la quieren destruir? No estamos jugando a ver cuál de los dos platillos de la balanza pesa más. William Ospina nos dice que lo que hay que cambiar es nuestra manera de vivir. Es la raíz de nuestra propia vida personal y social la que nos ha llevado a esta catástrofe mundial que estamos viviendo. No pañitos tibios, sino cambios.
Manuel(6280)19 de octubre de 2020 - 11:17 p. m.
En su propia línea de razonamiento, Montenegro padece una "regresión positivista", según la cual nuestro país funcionaba maravillosamente antes del Coronavirus y toda nuestra problemática actual se debe exclusivamente a la Pandemia. Muy equivocado Montenegro, desde sus orígenes Colombia ha padecido pobreza, violencia, injusticia, ignorancia, etc., agravados si por el neoliberalismo y uribismo.
jose(60774)19 de octubre de 2020 - 11:16 p. m.
"Para muchos de ellos, todos los políticos, todos los jueces, todos los funcionarios públicos son corruptos, y lo que llaman el establecimiento es igualmente corrupto", excelente descripción de lo que ha venido haciendo Uribe, totalmente de acuerdo.
Camalejon(7327)19 de octubre de 2020 - 11:17 a. m.
Montenegro ve el peligro populista de la izquierda ya sabemos de quién, pero se hace el loco con la realidad populista de Duque. Ya sabemos que este es un mandadero y que repite libretos que le envían de arriba. Arriba la minga!!!
  • Javier Dairo(17568)19 de octubre de 2020 - 12:01 p. m.
    Hagan lo que hagan Digan Lo Que Digan De “MATARIFE, él genocida Innombrable”, “De La lafar", De JuanMa, de Petro, De Marulanda, De Falsardo, Qué a Palabras Necias..., Oídos Sordos! Y Sea como Sea o como haya sido, TOTAL siempre, seguiremos, Exclamando, Convocando e Invitando Diciendo..., "GUSTAVO FRANCISCO PETRO URREGO PRESIDENTE 2022-2026 POR UNA COLOMBIA HUMANA Y MAS DIGNA".
Lorenzo(2045)19 de octubre de 2020 - 05:43 a. m.
A partir de 1990, el neoliberalismo se constituyó como un nuevo 'Discurso Amo'. El nuevo Amo se estructuró mediante una articulación aggiornada del Discurso Capitalista con el Discurso Universitario -verbo y gracia este columnista- y una reformulación del Discurso del Amo Antiguo.
  • Lorenzo(2045)19 de octubre de 2020 - 05:49 a. m.
    Con sus construcciones metafóricas y los mandatos de sus representantes y voceros, este discurso fue investido de un goce y un plus de goce lenguajero y corporal. A su vez el Amo se mostró transfiriendo una parte del goce al Esclavo/Trabajador mediante una fantasía de libertad para elegir de forma plena y autónoma en el mercado. Estos catanos andan salvando sus castañas del fuego del cambio social
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