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La reciente visita del presidente Lula a Washington es muy diciente. A partir de la era Obama Brasil será el eje para las relaciones de EE.UU. con Suramérica. La época dorada de Colombia, cuando se decía que nuestro país era su principal aliado, ha quedado en el pasado.
Brasil no sólo tiene un gobernante que le da tranquilidad a la nueva administración, con capacidad de liderazgo y de influencia en una región marcada por los distanciamientos ideológicos, sino que es un actor fundamental en temas de interés para Obama, como el energético y el comercial.
En el tema energético, Brasil es el mayor exportador mundial de etanol y el segundo productor, después de Estados Unidos. Y las nuevas fuentes de energía, como los biocombustibles, definitivamente son asuntos prioritarios de la nueva agenda.
De otro lado, los nuevos descubrimientos de petróleo en suelo brasileño ponen a ese país en el centro de atención. Sin contar que en materia de controles a las emisiones de carbono, vinculadas al cambio climático, otra de las grandes preocupaciones de Obama, Brasil es un actor crucial, por ser un importante generador de dióxido de carbono y a la vez poseer una de las mayores áreas capturadoras de CO2, como la Amazonia.
En temas comerciales el mercado brasileño sin duda alguna debe ser muy atractivo para Estados Unidos. En época de crisis, lograr abrir un mercado de 190 millones de habitantes a sus bienes y servicios sería un buen negocio y una forma de impulsar el crecimiento y la generación de empleo.
Sin embargo, por ahora esa relación comercial se limitará a la OMC. Los acuerdos comerciales siguen siendo un tema vedado en el Capitolio del Norte, y los líderes demócratas siguen pegados a los sentimientos proteccionistas de los sindicatos. En ese contexto, si bien no se vislumbra un TLC entre EE.UU. y Brasil en el corto plazo, de todas maneras este país puede desempeñar un papel importante para Estados Unidos y ayudarle a impulsar sus temas de interés en las negociaciones de la Ronda Doha, dado que Brasil es el país latinoamericano que más influencia tiene en esa organización comercial.
En unas semanas será la Quinta Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago. Vamos a ver qué sucede.
