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El centro no se sostiene

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Santiago Villa
10 de febrero de 2022 - 05:01 a. m.
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Una de las citas más prósperas de la literatura es la de William Butler Yeats en su poema El segundo advenimiento: “Dando vueltas y vueltas en el espiral creciente / no puede ya el halcón oír al halconero; / todo se desmorona; el centro cede; / la anarquía se abate sobre el mundo”.

Yeats la usó en 1920, en el contexto del desmoronamiento del orden europeo tras la Primera Guerra Mundial. En 1959, Chinua Achebe la usó como epígrafe de su novela Todo se desmorona, sobre el paso del orden africano precolonial al mundo colonial en una aldea de Nigeria.

En nuestro caso la cita sirve para un uso más literal y menos elegante: complementar un par de comentarios sobre la inapetencia que genera el centro político y su aparente desintegración.

Digo aparente, porque las dinámicas de las candidaturas presidenciales no necesariamente nos dan una medida fidedigna de las preferencias parlamentarias. Partidos que desde hace décadas no tienen candidatos presidenciales electoralmente relevantes, como el Liberal y el Conservador, son aplanadoras parlamentarias.

Pero ¿qué es el centro? La respuesta fácil es decir que el centro lo componen los candidatos moderados. ¿Pero moderados con respecto a qué? Si en un extremo tenemos el discurso de María Fernanda Cabal, que califica al presidente Duque de mamerto y a José Obdulio Gaviria de marxista, y en el otro extremo tenemos al Partido de los Comunes, que todavía defiende buena parte del ideario marxista leninista, pues el espectro de moderación podría incluso incluir a Oscar Iván Zuluaga y a Gustavo Petro.

Uno de mis argumentos es que, en realidad, no hay candidatos presidenciales que no sean de centro. Las propuestas más radicales de quienes situamos a los extremos, digamos que sean Zuluaga y Petro, pero también podríamos mencionar a Gutiérrez y Uriana, no son particularmente radicales ni extremas. Son relativamente moderadas.

La aparente desintegración del centro, la espiral creciente en la que da vueltas y vueltas la política, la impaciencia de casi la mitad de los encuestados, que quiere votar en blanco o está indecisa, no es porque haya anarquía, sino porque hay cacofonía.

Es muy difícil distinguir entre el ideario de los candidatos o lo que serán sus gobiernos. Salvo algunas relativas diferencias, principalmente sus posturas ante el proceso de paz, la extracción minera y la guerra contra las drogas, todos parecen seguir una línea similar, al menos en su discurso.

Si las grandes diferencias no están en lo que proponen ¿cómo se distinguen los unos de los otros? En aquello a lo que se oponen, en la credibilidad que logran despertar, en su imagen, en su carisma y en qué tanto los asocien con elementos por algún motivo indeseables. Muchos de estos factores se sobreponen, y quizás haya más elementos para enumerar, pero lo fundamental es que las propuestas de los candidatos no son la columna vertebral en estas elecciones. No es de extrañar. Uno casi podría decir que las propuestas, aunque deberían, no suelen ser la columna vertebral en las elecciones.

Lo que define a un candidato son sinécdoques: elementos fragmentarios que representan el todo. ¿Su imagen logra estar asociada a un escándalo de corrupción o a una transgresión moral? ¿Hay una fotografía o una alianza inapropiada? ¿Hay alguna propuesta suya que, simplificada y sacada de su contexto argumentativo, logre deslegitimar su programa entero?

Así que el centro y la moderación sí están en crisis y están desintegrados, pero no por su ausencia, sino por su excesiva proliferación, que ofusca las diferencias discursivas. Cuando todo es el centro y todo es la moderación, ser de centro o ser moderado es irrelevante. Y la verdad es que todos los candidatos, así como se están presentando, son de centro. Por eso serán detalles, y no las estructuras programáticas, lo que está marcando la diferencia.

Twitter: @santiagovillach

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German(4794)11 de febrero de 2022 - 05:52 a. m.
Me parece que se va por entre las ramas, pues los mete a todos en la misma bolsa. Y realmente el único candidato que tiene un programa de gobierno coherente es Gustavo Petro, los demás lo único que han hecho es bulla.
luis(46988)11 de febrero de 2022 - 02:13 a. m.
Porque no dices : Exceptuando a Petro , todos son el mismo perro con distinta guasca , no eres objetivo , se me hace que eres un Uribista arrepentido.
Flavio(nrv85)11 de febrero de 2022 - 12:38 a. m.
¡PACTO HISTÓRICO! ¡PETRO PRESIDENTE!
Julio(87145)10 de febrero de 2022 - 10:18 p. m.
Tienes toda la razón. Son insubstanciales, casi todos.
JOSE(t3mb8)10 de febrero de 2022 - 09:20 p. m.
Interesante columna.
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