Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Aclaración para quien lee: trabajé en la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), durante el 2019 y los primeros meses de 2020, como investigador de su proyecto periodístico independiente, La Liga Contra el Silencio.
Hoy la FLIP está en la mira del costado izquierda de la política por su comunicado en el que “rechaza categóricamente la violencia ejercida por el candidato Gustavo Petro contra Noticias RCN”. La frustración y crítica de muchos surge de que interpretan esta respuesta, a la que está obligada por la naturaleza de sus estatutos, como si tuviera las siguientes implicaciones equivocadas:
- Error: La FLIP está tomando una posición de apoyo a la derecha y ataque a Gustavo Petro por motivaciones políticas. Correcto: La FLIP está apoyando a un medio de comunicación y su derecho constitucional a la libertad de expresión.
- Error: La FLIP está diciendo que David Ghitis es un periodista. Correcto: La FLIP está defendiendo al columnista de un medio de comunicación, porque la libertad de expresión de un columnista de prensa hace parte de la libertad de prensa, sin querer decir que el columnista es o no es un periodista.
- Error: La FLIP está obligada a denunciar los insultos o las difamaciones que la prensa o los periodistas hacen en sus cuentas privadas de redes sociales o en sus publicaciones hacia personas que no trabajan o publican en prensa. Correcto: La FLIP está obligada según sus estatutos a denunciar los ataques a la libertad de prensa y los periodistas.
- Error: La FLIP tiene la obligación de dar apoyo a las personas que publican en redes sociales, o influencers. Correcto: La FLIP está obligada según sus estatutos a denunciar los ataques a la libertad de prensa y los periodistas (como anoto al final de esta columna, las redes sociales y el periodismo ciudadano han introducido nuevas complejidades al tema).
- Error: Los periodistas o las personas que publican en prensa pierden el apoyo de la FLIP cuando atacan o difaman a otros periodistas en sus redes sociales. Correcto: La FLIP está obligada según sus estatutos a denunciar los ataques a la libertad de prensa y a los periodistas, sin importar si en el pasado han difamado a otros periodistas.
El comunicado de la FLIP se produjo como respuesta a un ataque injurioso y discriminatorio por parte de Petro, el líder de uno de los tres grupos políticos con mayor votación en el congreso, y quien tiene la más alta probabilidad de ganar las elecciones presidenciales, contra un columnista del portal de Noticias RCN. La posición de poder de Petro, y el prospecto de su presidencia, exige mucha responsabilidad y prudencia.
En cambio, respondió a una columna publicada en el portal de RCN Noticias, que no es injuriosa (solo hablo de la columna en cuestión y no de cualquier otro comentario de Ghitis en redes sociales), compartiéndola en Twitter con el comentario: “neonazis en RCN”.
Es un ataque a la libertad de prensa porque estigmatiza a un medio de comunicación y compara una voz crítica con una ideología genocida. La responsabilidad de la FLIP es denunciar esto, como lo ha hecho muchísimas veces; por ejemplo, cada vez que políticos de derecha dicen que algún medio de comunicación progresista es aliado de la guerrilla. En esas ocasiones, sucede algo similar: la derecha acusa a la FLIP de ser cómplice de los comunistas.
La neutralidad e independencia de la FLIP es lo que le da su credibilidad como institución, pero también es lo que la pone bajo un fuego cruzado. Es lo que sucede a quienes se plantan en la neutralidad. La FLIP hace bien al estar atenta a las trasgresiones que se producen a la libertad de prensa y expresión desde la izquierda, la derecha y el centro.
Esto me parece que es el fin de dicha discusión.
Ahora bien, se desprenden de estos temas otras discusiones. La proliferación del periodismo ciudadano, que se publica no en prensa sino en portales o en redes sociales, y de portales con una abierta o soterrada filiación política, que practican el proselitismo y el periodismo a la vez, están creando unas complejas zonas grises para la FLIP.
Por ejemplo: ¿En qué momento un columnista de un portal que no es un medio de comunicación tradicional gana o pierde su derecho a ser protegido por la FLIP? ¿Un ciudadano que usa métodos periodísticos rigurosos para publicar hilos de temas de interés público en redes sociales, pero no está empleado en un medio de comunicación, es un periodista que merece el amparo de la FLIP?
Son preguntas aún abiertas.
Twitter: @santiagovillach
