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El carnicero de Washington y Edmundo

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Sergio Otálora Montenegro
15 de febrero de 2025 - 05:05 a. m.
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MIAMI.- Elon Musk y Donald Trump - en ese orden - están cortando a machetazo limpio, como un carnicero sin escrúpulos, la burocracia federal. La teoría es la siguiente: hay un “estado profundo”, incrustado en las entrañas de varias agencias y departamentos, que obstaculiza los planes del presidente; es una especie de república independiente, conformada por funcionarios de izquierda con la misión de ponerle palos a las ruedas a los proyectos políticos de derecha, o en el caso de Trump, de la extrema derecha fascista.

El rítmo frenético de los despidos, que se cuentan por decenas de miles, tiene la mira puesta en ciertas entidades gubernamentales consideradas por Trump como posibles enemigas de su proyecto de poder, y por Musk como entes de control que han saboteado y perjudicado sus negocios, sobre todo el de los carros eléctricos. El carnicero de Washington - que delira con llegar a Marte - tiene toda clase de conflictos de interés, empezando con lo que pasó el pasado jueves, cuando se reunió con Nerenda Modi, el primer ministro de la India, como si fuera el presidente de Estados Unidos, con la bandera de los dos países a sus espaldas, en un salón de la Casa Blanca.

Cuando los periodista le preguntaron a Trump si el archimillonario a cargo de dinamitar, de manera deliberada, una porción importante del gobierno federal estaba actuando, al hablar como Modi, como funcionario oficial o como el presidente de Tesla, la respuesta del primer mandatario fue lacónica: “no sé”. Por supuesto que sí sabía, pero no le importa porque los que han debido estar de veras escandalizados, si tuvieran un mínimo de decoro, son los congresistas republicanos, quienes han permitido que su importante papel de fiscalización sea devorado y, por lo tanto, silenciado por un líder y su círculo más cercano de lobos del poder a los que poco les importa la forma y el fondo de las leyes.

Por lo tanto, el último recurso de defensa que ha quedado son los tribunales de justicia, los que han bloqueado, con sus fallos, varias de las “ordenes ejecutivas” de Trump y decisiones, tomadas por Musk, de eliminar entidades gubernamentales y despedir trabajadores a diestra y siniestra. La última decisión de un juez, al momento de escribir esta columna, fue la de suspender el congelamiento de los fondos de ayuda de Estados Unidos a países de Europa central, Asia, Africa y América Latina. Además, hay otra orden judicial que interrumpió los planes de Trump de echar a toda la planta de funcionarios de USAID, es decir, diez mil empleados desperdigados por el mundo, todos puestos en el asfalto de la noche a la mañana.

Y ha emprendido una agresiva operación anti-inmigrante basada en el miedo y el terror. Al respecto hay ya varias demandas en curso. Pero seguirán las deportaciones y las amenazas. De todas maneras, aún está lejos de romper el record de Obama de expulsión de indocumentados: más de tres millones en siete años.

Pero hay otras cosas que los tribunales no han podido evitar: la operación venganza de este moderno Edmundo Dantes, el personaje del Conde de Montecristo, que llega a acabar con sus enemigos quienes lo humillaron sin tregua. Quiere sacar a miles de agentes del FBI, a fiscales e investigadores del Departamento de Justicia que fueron asignados para investigar la insurrección, instigada por Trump, del 6 de enero de 2021. No quiere tener ninguna limitación para desplegar su profundo talante corrupto, y por eso se deshizo de varios funcionarios que tenían la misión de fiscalizar los posibles actos torcidos dentro de varias entidades gubernamentales.

Haber elegido a la presidencia del país más poderoso del planeta a un personaje que tenía cuatro procesos penales, y ya había sido condenado por uno de ellos, ha desquiciado parte del sistema de pesos y contrapesos. A eso se le añade la polarización política que se viene agudizando desde 2008, cuando llegó a la Casa Blanca Barack Obama con un proyecto reformista que disparó las alarmas del supremacismo blanco y de los sectores más reaccionarios de este país. Trump inició su ascenso político con la primera gran mentira de racismo profundo: que Obama no había nacido en Estados Unidos. Trump se tomó al partido republicano, lo destruyó, y lo convirtió en un movimiento de extrema derecha, que ha radicalizado el ambiente político, en una mezcla de corrupción, violación sistemática de leyes y normas, y en el uso de la mentira como herramienta de deslegitimación de la justicia y el sistema electoral. Los adversarios políticos se convirtieron en enemigos a muerte, a los que hay que aplastar sin tregua. Y, en parte, lo ha logrado.

Hay ingenuos que creen que esto es una ola pasajera, un mandatario más con sus caprichos, que completará sus cuatro años de gobierno y se irá a su casa a descansar, mientras su sucesor repite el ciclo presidencial. Ojalá fuera así de sencillo. Ya Trump irrespetó los fallos de los jueces - e incluso de la Corte Suprema - que negaron sus demandas de fraude electoral en la elección presidencial de 2020, una derrota de la cual no se ha podido recuperar.

La gran preocupación es que, de nuevo, se pase por la faja las decisiones de los jueces y del máximo tribunal de justicia por sus ilegales actos de gobierno. El país entraría en una crísis constitucional de impredecibles consecuencias. Estos seis meses serán críticos no sólo para la salud de la democracia gringa - o su deterioro - sino para saber si de verdad sus promesas de bajar los precios de los alimentos, el costo de vida y la inflación, se cumplieron o resultaron otra mentira más. Las perspectivas no son nada halagüeñas: la locura de la imposición de aranceles a productos de México, Canadá y China - para empezar - más temprano que tarde golpeará el bolsillo de las clases medias y trabajadoras, obnubiladas por las promesas huecas del caudillo. Y el frente externo - la limpieza étnica en Gaza, la agresión rusa a Ucrania y el ataque a la OTAN - pinta demasiado inestable. Un 2025 dificil, sin duda.

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Luis Herrera(19651)15 de febrero de 2025 - 08:27 p. m.
Excelente y acertada columna de la situación en USA
Maribel Martinez(27840)15 de febrero de 2025 - 05:13 p. m.
Por brutos. Raza = ignorante = malvado.
  • Atenas (06773)15 de febrero de 2025 - 07:08 p. m.
    Entro de afán y pillo estas urracas. Ey, MaMa, Maribel M., fácil denotas q’ sos algo obtusa. Lo de USA es algo más complejo, no en vano desde q’ se independizaron picaron en punta, y por algo será q’ no está a tu alcance discernirlo. Atenas.
haji(3766)15 de febrero de 2025 - 03:22 p. m.
Señor vengase por las buenas a usted lo van a mandar pa Colombia y de cuenta de esos dos rufianes, sí no, es que antes lo mandan pa cana --dá
Sergio Henao(3490)15 de febrero de 2025 - 02:21 p. m.
Calígula y Nerón juntos pues.
Avelino Morales(85254)15 de febrero de 2025 - 02:13 p. m.
Al menos, es el único columnista que resalta os cuatro juicios penales de Trump y su codena,para saber en manos de quien está medio mundo
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