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María Corina y la oposición: mal rodeados y a la espera de recetas fallidas

Sergio Otálora Montenegro
11 de enero de 2025 - 05:05 a. m.
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“González y Machado han buscado siempre la solidaridad de la derecha radical, y en Colombia sí que es claro”: Sergio Otálora
“González y Machado han buscado siempre la solidaridad de la derecha radical, y en Colombia sí que es claro”: Sergio Otálora
Foto: EFE - JUAN IGNACIO RONCORONI

Lo peor de la política colombiana está dando cátedra de “democracia”, a propósito de la posesión de Nicolás Maduro, quien, dicho sea de paso, se atornilla en Miraflores al socaire de unas elecciones presidenciales espurias, fraguadas al mejor estilo de las dictaduras clásicas del Cono Sur. Andrés Pastrana e Iván Duque están metiendo sus narices en Venezuela, en una supuesta cruzada por la libertad, que no es más que el viejo estribillo anticomunista que tiene una vista muy grande para condenar a los autoritarios de izquierda, y una ceguera deliberada para mencionar los atropellos de los autoritarios de derecha, al estilo Bukele, y en otros tiempos Bolsonaro o Uribe.

Hay que decir que Duque y Pastrana no han ido más allá de lo que la misma oposición venezolana planteó en un momento dado: que el problema, al final, sea resuelto por Estados Unidos y la comunidad internacional. En ese sentido, se inventaron la fórmula Juan Guaidó, creada en esa combinación de voluntarismo político del senador republicano Marco Rubio (que convenció al presidente Trump, en 2019, de que era la fórmula perfecta para pulverizar a Maduro, si, además, se le mezclaban sanciones económicas a gran escala) e impotencia política de la oposición interna, que busca siempre a los peores aliados para su causa.

Un ejemplo: el señor Edumundo González Urrutia –el supuesto ganador de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 28 de julio– visitó a la derecha y extrema derecha Latinoamericana (Milei en Argentina; Mulino en Panamá; Abinader, en República Dominicana), pero se le olvidó que podría haber aliados importantes a la izquierda, como Borich en Chile; Orsi, el presidente electo de Uruguay; Lula, en Brasil. González y Machado han buscado siempre la solidaridad de la derecha radical, y en Colombia sí que es claro: solo hablan con el uribismo, como si en ese país no hubiera más partidos ni líderes dispuestos a aportar otras perspectivas y posibles alternativas.

Y ahora a los políticos venezolanos de la oposición se les ha unido una comparsa de expresidentes latinoamericanos (todos a la diestra, por supuesto) llamada el Grupo IDEA, un puñado de nostálgicos del poder –financiados por un magnate venezolano radicado en Miami– que creen que sacando comunicados y haciendo piruetas políticas como la de acompañar a González a su proyectada presencia en Caracas, van a producir la “desestabilización” del régimen autoritario de Maduro.

Pastrana y Duque hacen parte de IDEA y ya están hablando, como si se la hubieran inventado, de la solución mágica: “el uso de una intervención humanitaria para restablecer el orden democrático que permita que Edmundo González ejerza su derecho legítimo a gobernar el país”. Palabras de Duque, quien respaldó de manera entusiasta la fracasada “solución” Rubio, se plegó por completo a los designios del gobierno de Trump, y afirmó, en 2019, que “los días de Maduro están contados”.

Si los líderes de la oposición venezolana esperan que Trump 2.0 les resuelva el problema, ahora con Rubio como seguro Secretario de Estado, la receta será un estruendoso fracaso. Pero si además buscan estrangular a la economía venezolana con sanciones y embargos a discreción, producirán un nuevo éxodo masivo, con efectos devastadores para la región. Y sin que en Miraflores se mueva una hoja.

Por eso tiene sentido la respuesta de Petro, criticada por quienes siguen pensando en una intervención “humanitaria” liderada por el Tío Sam. No es jugar al sí pero no, es tener en cuenta las realidades concretas de la compleja relación colombo-venezolana, y cómo la estrategia de los pasados gobiernos de romper relaciones con el hermano país ha deteriorado la situación social, económica y política en la frontera. Hay que mantener las relaciones diplomáticas con Venezuela, contra viento y marea. La “terapia” Uribe-Duque-Rubio-Trump ha sido devastadora para el pueblo venezolano.

El chavismo no está dispuesto a aceptar ninguna derrota electoral que ponga en tela de juicio su poder y, por el contrario, está dispuesto a borrar todos los precarios espacios democráticos, mediante la criminalización de la oposición. Se ha cerrado a la banda, ensimismado en sus pírricas victorias. Con seguridad, las bases chavistas están felices e hicieron fiesta por la posesión de su presidente reelecto en un proceso electoral fraudulento y poco transparente.

Sin embargo, el conflicto de fondo sigue sin resolverse –que todas las partes acepten las reglas del juego– y tampoco los vientos que soplan del norte ayudan al optimismo: Trump, ya sea como sofisma de distracción o porque de veras lo cree, está proponiendo una política expansionista, al estilo del Destino Manifiesto “América para los americanos” (eso incluye Panamá, México, Canadá y hasta Groenlandia) y, a partir del 20 de enero, sus interlocutores dentro de la Casa Blanca serán halcones obedientes dispuestos a repetir los errores del pasado.

 

Carlos(hxo83)Hace 14 horas
Buen análisis.
Maullador(13282)Hace 20 horas
Porque no le preguntan al politólogo polo polo.....estoy seguro que con la juvinao y j.p. encontrarian la solucion perfecta......o acoger la propuesta del matarife, quien debe estar sediento de sus carrotancados de sangre
  • Silvino(19979)Hace 1 hora
    Muy acertado su análisis.
jorge(23865)12 de enero de 2025 - 02:35 a. m.
un genio como Einstein lo dijo: "La mayor insensatez del ser humano es pretender cambiar las cosas , haciendo siempre lo mismo". Pobre oposición venezolana,más confundida que epiléptico en luna de miel.
fredys(9j2g1)12 de enero de 2025 - 01:38 a. m.
Hay que recordar que las dictaduras del Cono Sur fueron a sangre y fuego. Las de Venezuela fueron a través del voto, aunque la derecha hable de fraude. Bueno, ellos siempre que no ganan, hablan de fraude. Así se han perpetuado en el poder, dando golpes de estado. Antes lo hacían a sangre y fuego. Ahora lo hacen con los famosos lawfare.
Mario(196)12 de enero de 2025 - 01:20 a. m.
Cientos de miles de familias colombianas sufrieron danhos catastroficos en lo economico y lo social gracias a las acciones de Duque, Santos. Mil millones de dolares en negocios, 2.5millones de refugiados son razon suficiente para tener buenas relaciones con venezuela y dejar que sean ellos los que resuelvan sus asuntos.
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