Cualquiera que la hubiera visto en medio de la selva, con su camisa de algodón y su pantalón corto, el pelo recogido en una coleta y la bravura de sus 26 años, sola, a menos de diez metros de distancia de una familia de chimpancés, mirándolos embelesada y escribiendo quién sabe qué en un cuaderno de notas, le hubiera preguntado: ¿Qué hace una chica como tú en un lugar como éste?
A Jane Goodall nunca le gustó la escuela. Una comadreja cazando ratones, las huellas de un zorro en la nieve, el modo en que una gallina ponía un huevo. Esas eran las cosas que le importaban. Si se fijan en su mano derecha, verán que le falta...
Conoce más
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
