*Invitamos a nuestros columnistas a contarnos de las ideas que defendieron y que, ahora, perciben de manera diferente. Esta columna es parte del especial #CambiéDeOpinión.
En agosto de 2010, yo tenía 27 años y tres trabajos con contratos por prestación de servicios. Uno de estos implicaba pasar los días en el Archivo General de la Nación y la Sala de Libros Raros y Manuscritos de la Luis Ángel Arango. Entre las calle sexta y once del centro de Bogotá transcurría la vida. En un momento de pocas expectativas, llegó como una bendición la posibilidad de...
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