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Cambio climático y zancudos

Tatiana Acevedo Guerrero
15 de agosto de 2021 - 05:30 a. m.

El zancudo Aedes aegypti, vector principal de dengue, chikunguña y zika, se reproduce principalmente en agua almacenada o estancada y prospera en contextos de crecimiento demográfico y rápida urbanización en países tropicales. Varios informes han advertido que el cambio climático y la urbanización podrían impulsar la proliferación de Aedes aegypti, con graves consecuencias para la salud pública y las estrategias de control de enfermedades. Los entomólogos nos explican cómo las temperaturas elevadas no solo tendrán un papel en la expansión del rango geográfico de este mosquito, sino que también contribuirán a disminuir el período de incubación del patógeno y aumentar la tasa de picadura de mosquitos hembra.

En Colombia, el dengue es endémico desde 1990, el país ha registrado brotes de chikunguña desde 2013 y tuvo el segundo mayor número de casos de virus zika en el mundo después de Brasil. Los estudios de profesores como Mauricio Fuentes, Juliana Quintero y Tatiana García han encontrado que el agua almacenada doméstica contribuye en grandes porcentajes al total de Aedes aegypti en los sectores urbanos y periurbanos de Colombia. En particular, los barrios donde el suministro de agua es intermitente son vulnerables a las enfermedades transmitidas por mosquitos, ya que el agua se almacena dentro o alrededor de los hogares. Esta agua proporciona a los mosquitos un hábitat para poner huevos, crecer y desarrollarse a través de sus tres etapas de agua (huevo, larva y pupa).

“Que vengan y le presten atención porque anteriormente nosotros los líderes reportábamos y a los quince días a más tardar ahí estaba la fumigación, pero han pasado largos tres meses y hay una mosquitera, una cantidad de zancudos que no soportamos y la fumigación no llega”, dijo por radio, hace menos de un mes, Leida Monterroza Cabarcas, habitante de Cartagena. Según el Departamento Administrativo Distrital de Salud (DADIS), se han registrado 852 casos de dengue en la ciudad; 484 de estos casos (el 56,8 %) han sido clasificados como dengue con signos de alarma y 31 (3,6 %) como dengue grave. Por su parte, el Instituto Nacional de Salud reportó, en su último informe, 1.002 nuevos contagios en Cartagena y nueve fallecidos. Entre estos, Katlin Morales y Luis Mateo Arroyo, ambos de 14 años, quienes murieron en las dos últimas semanas.

Óscar Lindo, director Operativo de Salud Pública del DADIS, explicó que la entidad está intensificando la estrategia comunitaria “Mi barrio contra el dengue”, que consiste en “campañas de fumigación, intervención en los canales pluviales, control larvario y educación. Esperamos que la comunidad contribuya para mitigar la proliferación del mosquito”, dijo Lindo.

Más que poner a un barrio “contra el dengue”, la ciudad debe pensar en nuevas formas de hacer frente a una enfermedad que probablemente se hará peor en los próximos años. Nuevas formas conscientes de que, pese a que el cambio climático y la proliferación de Aedes aegypti traigan nuevas amenazas como el zika, los patrones de la enfermedad responden a viejas desigualdades. Desigualdades en el acceso a trabajos y recursos que tienen que ver no solo con los ingresos y la herencia, sino también con historias de racismo estructural. Desigualdades que se palpan en los distintos horarios, ritmos y hasta sabores del agua en uno u otro barrio de la ciudad. Los barrios más afectados por la epidemia de dengue son Nelson Mandela, El Pozón y Olaya Herrera. En los tres la rápida urbanización en el contexto del conflicto armado, la desigualdad de la infraestructura, la ausencia de empleos formales y las leyes y regulaciones específicas del agua producen diariamente los mosquitos Aedes aegypti y el dengue.

 

Celyceron(11609)15 de agosto de 2021 - 03:02 p. m.
Con la pandemia del COVID-19, los gobiernos se olvidaron que las demás enfermedades, incluidas las que produce el mosquito Aedes aegypti, no dan tregua y sin la fumigación, no hay campaña que produzca resultados positivos. La gente sabe que el almacenamiento de agua es caldo de cultivo, pero que hacen si por allá no hay acueductos. El Estado tiene que invertir en infraestructura.
Contumaz Apostata de la Dextrocardia(likt7)15 de agosto de 2021 - 01:00 p. m.
Si, pero nada para la nemesis de todo esto: un asunto demográfico. La OMS y reconoce que el chimpancé evolucionado es el problema pero no se atreve a decir que la bestial paridera debe parar, quizás terminen acusados de eugenésicos y hasta fascistas. Diariamente el residuo de nacimientos y muertos es de + 200.000 humanos. ASÍ NO SE PUEDE. Por cierto, a la economía tampoco le conviene…calladitos.
  • Felipe(94028)15 de agosto de 2021 - 05:08 p. m.
    Exacto.
Atenas(06773)15 de agosto de 2021 - 11:05 a. m.
Tati, el término exacto de cómo se reproduce ese tal zancudo se llama ovipositar y mucho se multiplica donde hay desaseo y desorden, una muy frecuente forma es dejar llantas viejas como receptáculos x las aguas lluvias q' acumulan, y pa botarlas no requieren de autoridad alguna, sino simple voluntad, lo q' no hacen. También es preciso q' superen su pereza u ocio.
Carlos(58915)15 de agosto de 2021 - 04:42 p. m.
No hay plata para fumigar o llevar acueducto a estos sitios. Pero para camionetas blindadas para los congresistas si hay. No dizque se acababa la mermelada como dijo La norberta ?
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