Arranca la FILBo 2025 y esta vez nos propone leer el mundo a través del cuerpo. Todo lo que nos pasa se expresa allí, en el territorio primordial de la existencia. En el cuerpo se inscriben el dolor y el placer, la salud y la enfermedad, el privilegio y la exclusión, la violencia y la resistencia. Interpretar la realidad a través del cuerpo es preguntarnos por quiénes somos y qué lugar ocupamos frente a los demás; a esto nos convoca la Feria del Libro en Bogotá.
El tema que nos proponen llega cuando más amenazados están quienes no caben en la convención social. Que alguien disponga a su antojo de otra persona dice todo sobre esta disputa. Golpear a Sara Millerey, arrojarla al río en estado de indefensión, con las extremidades fracturadas; registrar en video su agonía, en vez de ayudarla; exponerla al público y negarle su identidad al nombrarla, es ultrajar su cuerpo en todas las formas posibles, aun después de su muerte. Subyace al horror la misma ideología que ha justificado infamias como el machismo, el colonialismo, el esclavismo, el matrimonio infantil, la mutilación genital, la pederastia, el secuestro, las masacres, la desaparición forzada y la tortura. Es en la forma en que miramos el mundo donde se enquista la violencia, por eso es tan importante participar de este diálogo.
La programación de la FILBo está de lujo. El país invitado es España y hay más de 2.000 actividades para todas las edades, que exploran la corporalidad como espacio de identidad, memoria y resistencia. La diversidad sexual, la discapacidad, la violencia, la paz, el pensamiento, la migración y el bienestar son algunos de los temas que abordarán los participantes entre el 26 de abril y el 11 de mayo. Pasen por Corferias, todos somos parte de esta conversación.