Misía Sofía Ospina de Navarro, matrona paisa encantadora, era una periodista y escritora llena de gracia y pispisia, que tenía una coluna de prensa titulada: “Amanecí sin tema”.
Pues así manecimos Tola y yo: sin saber de qué carajos hablar, porque nuestra mina de humor que es Uribe, anda callao, y Petro también está muy serio y no ha propuesto comprale la ruana a Alvaricoque.
Después del fallo de la Corte que lo dejó imputao, Uribe escribió en su tuiter: “En diálogo con mi ser...”. O sea que la cosa va pa largo porque el Ser de Uribe tiene mucho que contar.
Berrionditos, no sabemos de qué hablar pues aquí las noticias son más bien maluquitas: están alborotaos los rateros. Supimos de un muchacho de Envigado que fue emburundangao por un tasista tan inesperto que también resultó emburundangao.
Y nos parece tan poquitica la política colombiana que ni nos provoca: que César Gaviria le tiró el teléfono a Alejandro Gaviria, como novio traicionao. Menos mal no se habían tatuao nada.
¿Tirar el teléfono?, preguntan los pelaos de ahora: ¿le aventó el cedular? No mijos, era el teléfono fijo, que cuando uno lo colgaba con rabia retumbaba.
Cuentan que cuando César supo que Alejandro se reuniría con la Colición de la Esperanza se puso furioso y le gritó: ¡Cuál cónclave ni que ocho cuartos, se me entra ya mismo pa la Casa... Liberal!
Por los laos del Centro Democrático sus precandidatos ni fu ni fa: y ni modo de decir “que gane el mejor”. Claro que nos facina el sombrero de Alirio Barrera, y no olvidemos que un sombrero ganó la Presidencia del Perú.
Ahí le soltamos la ideota al uribismo: que proclamen candidato al sombrero de Alirio. Una segunda vuelta entre Petro y el sombrero de Alirio sería de infarto y muchos tibios nos iríamos por el sombrero.
La fórmula presidencial del sombrero de Alirio y el sombrero guadeño sería imbatible, aunque no faltarán las feministas que pidan la presencia de una pava.
Sería una ola política barredora porque se les uniría el sombrero vueltiao con los votos de la costa, el sombrero guayú, el de Sandoná, el de Suaza, el de Pindo, el guambiano, el cabecinegro... y los votos de Bogotá los conseguiría el Borsalino.
Y estamos casi seguras que el sombrero de Alirio haría una mejor presidencia que Duque, con la ventaja que el sombrero no tiene familia ni amigos y haría las giras internacionales solo.
Nos imaginamos una cumbre Latinoamericana con la presencia del sombrero de Alirio, el sombrero de Perú, el sombrero Panamá, el sombrero mejicano, el sombrero gardeliano... ¿Si pillan que manecimos sin tema?
Claro que la venida de Carlos Mattos es un temazo pal humor, porque su abogao Cancino, especialista en defender hipocondríacos, pidió que lo llevaran a la cárcel en ambulancia de alta gama y que le suministraran suero de marca.
Cancino no parece tener un bufé de abogaos sino una EPS, qué berraco pa si le gusta defender enfermos... enfermos por la plata. Cuentan que a su llegada al país lo primero que pidió Mattos fue que lo acuse el fiscal Jaimes.
A la congresista republicana que insultó a Petro le pasó lo que en Antioquia llamamos “reventar sin mecha”.
Sobre el homenaje al nazismo que hizo la policía de Tuluá, les contamos que cuando le preguntaron al comandante que por qué el bigotico nazi, quizque contestó: Nazi no, boyaco.
Ñapa: Se frenó la decisión sobre el aborto por impedimento de un magistrado. ¿Y cuál será el impedimento? ¿Está encinta?
Payola: Hoy nuestro sobrino Mico presenta su obra “La salsa de mi vida”, a las 5 p.m. en Trementina Artes, Park Way #37-44, La Soledad, Bogotá.