Hoy le volvimos a dar al presidente Petro el desayuno que le facina: güevos a la cafeína, galletas de café y tinto bien cargao… le queríamos lamber pa pedile un favorsote.
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Tavo, ¿nos podrías prestar un millón? -se la soltó Tola de una, sin anastesia-. Figurate que el expresidente Uribe nos pidió a los antioqueños donar un millón pa terminar las 4G.
Nosotras pues no tenemos idea qué son las tales 4G (¿tendrán qué ver con el famoso punto G?) pero confiamos ciegamente en el dotor Uribe y sabemos que no nos va tumbar.
Ay tías, me cogieron más pelado que el culito del Niño Jesús, les digo sinceramente, pero les recomiendo que hablen con mi hijo Nicolás, que es el de la plata.
Nada, ya le tiramos el lance a Nicolás y nos salió con que los abogaos lo tienen en los rines y que su ex Daysuris se quedó con todo. Que le digamos al hombre Malboro o al Turco Hilsaca.
Pero tías, ¿la vaca de Uribe es una natillera o qué? ¿Qué reciben ustedes en contraprestación por dar ese melón? Dicen que a los que demos la plata nos regalan un peaje de carretera pa que lo trabajemos.
Uy tías, de eso tan bueno no dan tanto… eso me suena a pirámide. ¿Y les dijeron quién administrará ese billete? Eso es lo que más nos anima, Gustavo, que la plata la manejarían los hijos de Uribe.
Ah, bueno… ya son palabras mayores, tías: Tom y Jerry multiplican esa plata en menos de lo que se persina un ñato. ¿Pero esa oportunidad tan galleta es solamente para ustedes los paisas o yo podría invertir?
Es pa los antioqueños únicamente, Tavo… la idea es que demostremos que los montañeros somos pujantes solitos y así pavimentar el camino a la República de Antioquia.
Otra cosa que nos da tranquilidá es que ya pusieron el millón José Odulio, la diretora del periódico El Colombiano, Paola Holguín y hasta Olmedo, el de los carrotanques de la Guajira.
Pues tías, ya mismo llamo a Benedetti a ver si les puede prestar -dijo Petro y sacó el cedular y marcó-. Aló, quiubo Armando, ¿cómo va esa FAO? ¿Mucha agricultura? Mira Armando, es que las tías necesitan urgente un millón pa invertir en un proyecto de Uribe.
Dice que no tiene, que Roma es carísima -dijo Petro colgando la llamada-, que le pidamos a Euclides Torres. Ah tías, se me acaba de ocurrir: llamemos a Daniel Quintero, que dizque salió “luquiao” de la alcaldía.
No Gustavo, no lo llamés que nosotras ya lo llamamos y nos salió con la disculpita que está ilíquido, que le traspasó todo al hermano. ¿Vos tenés el teléfono de Gilinski?
Ya mismo le marco, tías, Gilinski y yo estamos de pipí cogido… ¿vieron que le visité la fábrica de chocolate? -dijo Petro marcando en el teléfono-. Aló, quiubo Gabriel, ¿ya supiste del emprendimiento de Uribe? Las tías Tola y Maruja necesitan un millón para ser socias.
Ah, claro… te entiendo home Gaby, la campaña presidencial de Viqui Dávila te va quitar un billete largo -dijo Petro colgando-. Bueno tías, nos queda un cartucho por quemar: un préstamo gota-gota.
Payola: Tola y yo trabajamos con los canales Caracol y RCN y siempre nos trataron muy bien. Nos consta que Carlos Julio Ardila era hincha de ‘La Banda Francotiradores’, programa de humor político muy incorreto, con una produción impecable que costaba un jurgo, y siempre lo apoyó. El réitin lo fue desplazando a horarios infames. Y lo mismo nos pasó con ‘El Radar’. Ergo: son los televidentes los que embrutecen la televisión.
Ñapa: Israel se parece a las autodefensas colombianas: pasaron de defenderse a acabar hasta con el nido de la perra… y quedarse con la tierra.
