Hoy vino a desayunar el presidente de Fedegán, el dotor José Felis Lafuria (¿o la furia será la señora?), y le servimos germinaos probióticos, queso tofu y chicharrón de berenjena.
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Tola y yo pendientes de qué cara ponía el dotor José Felis con semejantes viandas, porque sabemos que es carnívoro a morir, como todo ganadero que se respete. Pero como estamos en el gobierno del cambio... de dieta.
Nunca había probao un desayuno tan alternativo —dijo el dotor Lafuria—. Tan distinto a lo que me sirve mi mujer: chunchurria apanada, asadura, criadillas, caldo de raíz...
¿Caldo de raíz? —preguntamos Tola y yo al unísono. Sí tías, se coge el miembro del toro, se le echa sal y limón, se restriega con cáscara de guineo y se pone a pitar en la olla atómica.
¿Y sabe bueno? —preguntó Tola con asco. Bueno bueno no sabe, tías, pero es un afrodisiaco de aquí a la Cochinchina. Es lo que llaman levantamuertos. Sus maridos Ananías y Perucho deberían tomarlo.
¡Ay José Felis por Dios y por la Virgen! —dije yo—, en la vida íntima nuestros esposos fueron declaraos pérdida total. Con decite que Tola no hace aquello con Ananías desde la venida del papa Pablo VI.
Bueno, cambiando de tema, nos parece una jugada maestra que Petro te haiga nombrao negociador de paz con el Eln, vos que conocés el sufrimiento de los terratenientes con la berrionda guerrilla.
La gente cree que es muy mamey ser ganadero, tías —dijo José Felis probando una tortica de lentejas y ajonjolí tostao—. Y no, ser ganadero no es tan chupao.
Un ganadero se encariña con las vacas y le da muy duro arrialas pal matadero —dijo José Felis sirviéndose más leche de soya—. No crean tías que es fácil sacrificar un ser viviente.
Eso te iba a preguntar, Felis —dijo Tola pasándole un sorbete de coliflor y brócoli—. ¿Vos qué sentís cuando matás un animal indefenso, que es práticamente un hermano menor?
Tías, hablemos mejor del Mundial de Fútbol —dijo José Felis picando el escabeche de garbanzos, semillas de girasol y chía—. ¿A cuál equipo le van a hacer fuerza?
Pues a Catar —dije yo—. Lo más justo es que el país que compró el Mundial se lo gane. Además los paisas nos debemos volver hinchas de los árabes porque ya casi son los dueños de Antioquia.
Ese Mundial será muy frío, tías: en los estadios está prohibido hacer la ola para que las mujeres no enseñen las axilas y los varones no podrán celebrar los goles abrazándose.
Los árabes son muy jodidos con el alcohol: un hincha colombiano entró a Catar un barril de mazamorra para que se fermente y hacer chicha. Y otro llevó un marrano haciéndolo pasar por su mascota.
Y son muy estrictos con los gays: supe de un ganadero machista que mandó a su hijo pal Mundial dizque a ver si se compone.
Ole Felis, vos que estás enterao: ¿es cierto que la seleción Colombia no fue al Mundial en solidaridá con los obreros que murieron en las obras de Catar?
Un momentico —dijo Tola mientras le servía a Felis postre de zanahoria y linaza—, no me cambien de tema. ¿Qué pasará cuando el Eln le pida a los ganaderos devolver la tierra arrebatada?¿Y cuando te pregunten si los terratenientes pagan predial?
A mí lo que me intriga vos Felis es qué dice tu esposa Mafe de tu cercanía con el Gobierno “comunista” —dije yo. No me dirige la palabra, tías. ¿En serio? Tan de buenas vos.
Ñapa: “En Catar todo el mundo sabrá que con Colombia no se juega”.
Payola: “Tola y Maruja por el güeco”, la comedia del sueño americano. Boletaenmano.com