Le sugirimos al presidente Petro que la quitada de la cachucha se hiciera en la Plaza de Bolívar, delante del costituyente primario, pa que todo el pueblo tuviera derecho a ver su injerto.
Muchos invidiosos critican a Petrosky porque se sembró pelo en la cocorota, pero es que no alcanzan a entender lo mortificante que es pa un narciso verse cabecipelao.
Nosotras le alvertimos: Ole Tavo, no te sometás a un tratamiento tan doloroso, que te deja la crisma como con sarampión y después, cuando te salgan las cerdas, vas a parecer un cultivo de arroz.
Y él ranchao: Tener pelo es un derecho fundamental, tías, del libre desarrollo de la personalidad. Pero Tavo, te verías mucho mejor con una peluca, a lo Milei -le dijo Tola.
A propósito de Milei, te recomendamos que hagás lo mismo que él y cantés en algún coliseo y así desviamos la atención de los escándalos y ponemos la agenda mediática.
Ya te alistamos la canción, Tavo, es con la música de Los caminos de la vida, del gran Omar Geles:
Las asuntos del gobierno
No son como yo pensaba
Como los imaginaba
No son como yo creía.
Las reformas para el cambio
Son muy difícil sacarlas
Difícil de tramitarlas
Y no encuentro la salida…
¡Ay hecatombeee!
Milei se hace llamar el León, por su frondosa melena, entonces a vos Tavo te podríamos decir el Amazonas, por lo deforestao.
Yo me parece que debemos sacar provecho político del injerto del presidente y que el Dane anuncie diario el porcentaje que crece -propuse mientras le acariciaba el cultivo capilar a Petro.
Una jugada populista bien hecha sería que metamos en la reforma a la salú que los injertos los hagan las epeeses. Colombia tiene un 27 % de calvos: ¡con qué ganar sobraos en el 2026!
Enteramente Tavo no entendemos tu afán de tener mota, si los calvos tienen fama de inteligentes y esmeraos en el catre. Dicen que la calva es interesante.
También nos tenemos que preparar pa la reación de la oposición, que van a pedir el derecho a réplica y le harían injertos de pelo a Juan Lozano.
Tavo, no me aguanto las ganas de hablar del golpe de Estado que le propuso Uribe a los militares -dije yo mientras le aplicaba fertilizante de gallinaza en las eras de pelo.
Es un delito, tías, pero parece que al expresidente eterno, ya entrado en gastos, no lo desvela un delito más. Claro que yo veo improbable un golpe militar en Colombia, pues los generales no son tan insensatos como para encartarse con este ganado.
Tías, a los milicos no les toque el presupuesto ni se los audite y los tiene japis de la láif, y que siga la guerra perdida contra el narcotráfico y ahí los mantiene entretenidos, decomisando kilos, arrobas, quintales y toneladas… el método Sísifo.
Es una lástima que se esté dañando esa amistá tan bonita que traías con Uribe -le dijo Tola mientras le abonaba con úrea los retoños de pelo-. Y vamos a empeorar, tías, pues ya estamos en modo campaña.
A mí me parece, pues, a mí: Anatolia del Niño Jesús, que deberías conservar esa amistá y nombrar a Alvaricoque diplomático en la nueva embajada que pensás abrir: ¿dónde es? ¿Ramala?
Tías, también estoy pensando en hacerme diseño de sonrisa, aplicarme Botox y ponerme nalga… Muy galleta la idea de la nalga, Tavo, porque la caída va a ser durita.
Ñapa: Con Milei, los pobres argentinos parecen viviendo en Black Mirror.
Ñapita: ¿Cuándo tendría que renunciar Viqui Dávila a la revista Semana pa no inhabilitarse?
Ñapota: Viqui, cuando un periodista se mete en política pierde su tesoro más preciao: la credibilidá… la pasada y la futura. Menos mal sumercé no tiene nada qué perder.
