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Llegamos Tola y yo a la cocina pa alistar el desayuno y topamos al presidente Duque sapotiando las ollas. Nos le fuimos por detrasito y ¡taque! le chantamos su coscorrón.
Tías -nos dijo Ivancito mientras requisaba la canasta de la parva-, necesito que acompañen a la vice Marta Lucía que va de mediadora de paz a Bielorrusia.
Llegamos a la tal Bielorrusia en un frío tan hijuemama que Tola la puso Hielorrusia, y un automóvil nos arrimó diretamente a la mesa de diálogo entre rusos y ucranios.
Martica se presentó como la canciller de un país que había firmao el mejor acuerdo de paz del mundo mundial, en el que miles de guerrilleros dejaron las armas y tuvimos un respiro.
Putin nos miró con esos ojos tan miedosos de culebra toriada y le dijo a Martica: ¿Colombia es donde han asesinado a casi 300 excombatientes de esa guerrilla?
Sí se...ñor -trastabilló Martica entregándole al mandatario ruso una chuspada de achiras y una totuma de manjar blanco-. Lamentablemente es así, don Putin, qué pesar.
¿Colombia es donde los del partido de gobierno se propusieron hacer trizas la paz y dizque son tan ineptos que ni eso hicieron bien? -preguntó el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski.
Les presento a mis acompañantes -dijo Martica pa cambiar de tema-, las tías Tola y Maruja, cocineras de Palacio y ministras plenipotenciarias en esta misión diplomática.
Cuando oyó nuestros nombres, Volodímir nos abrazó y nos felicitó, y dijo que le parecíamos muy charras y que él también era humorista.
No charlés -dijo Tola-, ¿o sea que vos eras humorista y te volvites estadista? En cambio el presidente de nosotras ni estadista ni humorista.
Me encanta el humor colombiano -dijo Volodímir-, ahora estoy siguiendo en TikTok a un cómico dizque Óscar Iván, cejón él, que sale de tenis rojos y baila más charro que Cantinflas.
Putin nos clavó su mirada helada de serpiente arisca y nos preguntó: ¿Colombia es el mismo país donde en el último mes han matado a 17 líderes sociales?
Martica tragó saliva y dijo: Pero no mire solamente lo malo, don Putin, en Colombia también tenemos cosas buenas: nuestro presidente es guitarrista... Pues, zurrunguea.
Ah, claro -esclamó Volodímir-, ¿es el mismo presidente que dice que su mayor defecto es ser perfeccionista? ¿El pupilo de un expresidente que jura que nunca en su vida ha dicho una mentira? ¡Qué humor tan fino!
A propósito, tías -prosiguió Zelenski-, quiero conocer el humor político colombiano... A ver, cuenten algún chiste. Tengo entendido que tendrán elecciones parlamentarias y que serán las más corruptas posibles.
Sí Volo -dijo Tola, ya toda confianzuda con Volodímar-, van a ser muy corrutas porque están comprando votos a lo desgualetao, aprovechando que los pobres estamos más pelaos que la nalguita del Niño Jesús.
Me interesa mucho su asesoría, doctora Ramírez -le dijo Putin a Martica-, porque ustedes los colombianos saben poquito de paz, pero pa voliar chumbimba están solos.
La clave pa negociar una paz -dijo Martica mientras Putin sacaba su lengua bífida-, es que sumercé les diga a los ucranianos: Paz sí, pero no así.
Quiubo pues del chiste, tías -nos insistió Volo-. Quizque un turista pasó junto al Congreso colombiano y oyó gritos: ¡Sinvergüenza, chanchullero, paraco, rosquero, inútil, bandido...! Y que el turista le preguntó al portero: ¿Están discutiendo? Y que el portero le contestó: No, están pasando lista.
Berrionditos: esta imagen tan peye del Congreso colombiano la tenemos que cambiar votando por los mejorcitos, que los hay (entre tanto paquete). Voten, que el voto “gratis” es el alma de la Democracia. Y si les toca vender el voto pa comer, pues véndalon, pero no voten por el que se los compre. ¡Mamola!
