Supimos que en caso de llegar a la presidencia don Rodolfo Hernández (tocamos madera) piensa quitar nuestro cargo de cocineras de Palacio y poner a mantequiar a la señora.
Entonces Tola y yo decidimos visitalo en su moderno apartamento del norte de Bogotá, que cuenta con una tenología que lo deja uno boquiabierto.
Cuando tocamos la puerta una voz robotizada habló: “No insistan, somos católicos, me colaboran con la salida”. Después nos contó don Rodolfo que es un detetor de evangélicos, limorneros y vendedores.
Pero está como fallando porque toda mujer con falda larga la identifica como evangélica ―nos dijo don Rodolfo―. Y ayer...
Conoce más
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
