
“No aceptemos la esclavitud como si fuera libertad. No seamos idiotas”: Tomás Molina
Foto: AFP - -
Hay libertarios inteligentes, no lo voy a negar. A pesar de las antipatías que su pensamiento me causa, reconozco que Hayek, por ejemplo, fue un pensador capaz e influyente. Pero eso no quita que el libertarianismo nos quiera volver idiotas.
En el mundo griego, el idiota no era un tonto. Era alguien dedicado solo a sus asuntos privados, desinteresado de lo común. Un hombre separado de lo que hoy llamaríamos “lo público”. Mi apuesta es que el libertarianismo (y el neoliberalismo, ya que estamos) aspira a un mundo en el que todos seamos así.
El ideal libertario reduce lo público al mínimo. Supone que lo privado no es solo condición...

Por Tomás Molina
Politólogo, doctor en Filosofía y profesor.platom___
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