En las elecciones, la línea ética siempre ha estado corrida. No se ofenda usted, ni se enfurezca conmigo: así siempre han sido las cosas. Lo sé porque hay un manual de la antigua Roma, redactado por Quinto, hermano de Cicerón, en el que da una serie de consejos prácticos e inmorales para que su pariente se hiciese con uno de los más altos cargos: el de cónsul.
“La política está llena de engaños y traiciones. No confíes en la gente con facilidad”, decía Quinto. Hace falta estar despierto: saber que a uno lo van a engañar y saber también cuándo debe uno engañar. Pero para el triunfo también son esenciales los amigos. Uno debe...

Por Tomás Molina
Politólogo, doctor en Filosofía y profesor.platom___
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