Nuestra palabra “arte” viene del latín “ars”. En el idioma de los romanos, como en el nuestro, no se refería solo a la creación de obras, sino también a la maña, a la astucia, al fraude. Y con razón.
En las artes hay cierto engaño. El escultor puede darnos la impresión de que el mármol está vivo. Los actores pueden convencernos de que son otra persona muy diferente. La pintura engaña al espectador y le hace ver cosas que no están ahí (la Mona Lisa no nos sigue con sus ojos). El escritor nos hace creer que su ficción es real.
Lo último es claro si atendemos al origen de las palabras. Glamur significa “encantamiento que nos hace ver...

Por Tomás Molina
Politólogo, doctor en Filosofía y profesor.platom___
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