Tendemos a pensar que en Colombia no podemos mejorar nada debido a nuestra cultura del atajo, la trampa y la pereza. La mayoría, según algunos prejuicios muy arraigados, lo quiere todo regalado, se aprovecha de las políticas del Estado para vivir del cuento, solo quiere vivir bailando y bebiendo, no tiene espíritu empresarial, no obedece la ley. El desarrollo aquí es imposible, a menos que mejoremos nuestra cultura.
Supongamos que esos prejuicios son ciertos. Quizá, de todas maneras, hemos entendido el asunto al revés.
El economista surcoreano Ha-Joon Chang ha contado varias veces que los europeos del XIX consideraban a Japón como...

Por Tomás Molina
Politólogo, doctor en Filosofía y profesor.platom___
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