Comunidad y desarrollo

Denuncian irregularidades con auxilios para Mocoa

Uriel Ortiz Soto
22 de abril de 2017 - 02:00 a. m.

Es indispensable que la Fiscalía General de la Nación investigue las graves denuncias que ponemos en su conocimiento para que los responsables sufran todo el rigor de la ley.

No se justifica que, en medio de semejante tragedia, los pillos y ladrones de cuello blanco, haciéndose pasar por redentores de nobles causas, se nutran para sí con las donaciones en especie o en dinero, que llegan de diferentes ciudades del país y del exterior.

Si estos casos de corrupción no laceran nuestra sensibilidad social y humana, es porque ya somos inermes y estamos prestos a soportar todo tipo de ultrajes de los corruptos, que desde hace décadas nos tienen acorralados y sin la menor vergüenza se aprovechan de las catástrofes para pescar en río revuelto.

Según el denunciante son muchas las personas que hay viajando de otras partes y municipios, ajenas a la tragedia, a recibir donaciones, mientras los verdaderos damnificados continúan clamando por una ayuda para mitigar las más urgentes necesidades dejadas por la tragedia.

Las denuncias que posan en nuestro poder por escrito fueron suministradas por un distinguido dirigente cívico de la comunidad indígena de Putumayo, donde se queja de que, no obstante ver morir en medio de la avalancha a centenares de compañeros, los datos que están suministrando las autoridades son inexactos, puesto que el total de muertos y desaparecidos sobrepasa de las 1000 personas entre niños y adultos. 

Según manifiesta el denunciante también hay cientos de toneladas entre vivieres y utensilios embodegados, mientras las comunidades indígenas y los más desprotegidos no han recibido ayuda alguna, puesto que quienes coordinan las entregas —aunque no todos— se están apropiando indebidamente de ellas para beneficios personales o para ser entregadas a personas de sus preferencias, que no las necesitan, puesto que no aparecen registradas como víctimas.

El denunciante resalta la labor de la Cruz Roja, quienes en todo momento han estado pendientes por que las ayudas que llegan se entreguen en forma correcta, cumplida y oportuna, poniendo como ejemplo la labor desarrollada por su director en el barrio San Miguel.

De otro lado existe preocupación entre las comunidades de Mocoa, puesto que cientos de casas que fueron construidas con todos los requisitos legales y normas medioambientales, años antes de la avalancha, exigidas por las autoridades, ahora deben ser demolidas, puesto que según los expertos amenazan ruinas, la pregunta que se están haciendo en estos momentos sus propietarios es: hacia dónde van a ir, puesto que son familias de escasos recursos económicos.

Según expertos: muchas de las viviendas declaradas en riesgo deben ser revisadas, puesto que no ameritan ser demolidas y sus propietarios en estos momentos no tienen para dónde irse, fuera de esto, se han establecido unas señales de riesgo por colores que los damnificados no han logrado descifrar. 

En el Putumayo existen varias tribus de indígenas que están bien organizados, son defensores de los recursos naturales y por lo tanto nos pueden dictar mucha cátedra en el manejo y preservación del medio ambiente.

Precisamente sobre avalancha de Mocoa, Putumayo, tienen sus puntos de vista bastante respetables y convincentes en el sentido de que todo lo que ocurrió ha podido evitarse si se hubieran guardado las normas medioambientales de rigor. 

urielos@telmex.net.co

 

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