El primer propósito que nos debemos hacer los Colombianos, al iniciar actividades laborales y de todo orden en el año 2010, es no dejarnos apabullar, ni chantajear, por las bufonadas, amenazas y ultrajes del presidente Hugo Chávez.
Hay que aceptar, que Venezuela desde tiempos inmemorables ha sido nuestro socio natural Comercial, pero que, infortunadamente, con la llegada de tan lunático personaje al poder, las cosas se tornan todos los días más difíciles. Frente a todos estos ultrajes, hemos conservado el sentido de independencia y de pertenencia, para no dejarnos empujar por los despeñaderos de su desquiciada revolución Bolivariana. Es muy importante que estemos preparados para hacer frente a las más drásticas medidas de orden comercial que en muy breve tomará unilateralmente contra Colombia. Menos mal, que los dictados de conciencia del noble pueblo de Venezuela, apuntan siempre a nuestro favor. Solamente un puñado de borregos entre los que se cuentan sus más inmediatos colaboradores lo secundan en sus locuras porque no les importa el futuro de su país, sino, vivir unos días de gloria mezquina y de euforia pasajera, mientras llega el final de semejante locura que de acuerdo a como van las cosas, está bastante cerca. La situación en Venezuela es tan difícil que el 80% de sus habitantes se encuentra atravesando el período más crítico de toda su historia.
Son miles los inversionistas Venezolanos que tienen la mirada puesta en Colombia, con el ánimo de construir empresas y trasladar sus factorías a nuestro territorio. Bienvenidos sean, los recibimos con los brazos abiertos.
Por consiguiente, es un imperativo que vayamos pensando en un plan B, porque la furia Chavista, en muy breves días la tenderemos encima. Tenemos que estar preparados para enfrentarla con decisión y patriotismo, sin que esto signifique incitar a hechos violentos. Una de las alternativas está en la apertura de nuevos mercados con fundamento por ahora en el aprovechamiento de los Tratados de Libre Comercio firmados entre Colombia y Varios Países.
Hay que aplaudir desde todo punto de vista la gestión que como Ministro de Comercio Industria y Turismo, viene desarrollando el doctor Luis Guillermo Plata, al haber logrado la firma de varios de ellos, donde buena parte de nuestros productos pueden ingresar en condiciones muy competitivas en relación con los de nuestra competencia. En el 2009, se puso en ejecución: el TLC, con Chile; con los tres países del Triangulo Sur: Guatemala, Honduras y el Salvador; el de Canadá se encuentra en su recta final para ser finiquitado en muy breves días. Además tenemos la expectativa del TLC, con Panamá que próximamente entrará a discutirse y el de Colombia y a UE, que también se encuentra muy avanzado. En relación del TLC, con los Estados Unidos, debemos tener confianza que muy posiblemente sea aprobado por el Congreso en el presente año, sin embargo, es bueno recalcar que los beneficios de la Ley Atpdea, que fueron extendidos hasta el próximo 31 de Diciembre del presente año, no han sido lo suficientemente aprovechados. Hay que decirlo con toda franqueza, que, por estar pendientes del la finalización del TLC, hemos descuidado las exportaciones a los mercados Norteamericanos al emparo de esta Ley, que beneficia en un 80% el universos arancelario. Según investigaciones realizadas dichas exportaciones apenas llegan en un 50%, aquí cabe preguntarnos ¿qué es lo que está pasando?
Es preocupante también, por decir lo menos, hemos avanzado muy poco en lo que tiene que ver con los factores de Inteligencia de Mercados, que en el mundo de la globalización tiene que estar en completa sintonía con los países de nuestra competencia y que se reducen a cinco estándares fundamentales:
1º- Productividad y Competitividad: En este primer enunciado están los factores de calidad, que deben ir asociados con los similares de otros países.
2º- Valoración del Recurso Humano Frente a los Procesos de Desarrollo: En nuestro medio, no hemos aprendido a ubicar el recurso humano como pieza clave fundamental dentro de un aparato productivo. Ni tampoco, a establecer grupos de contingencia para reemplazarlos cuando intempestivamente cesan en el ejercicio de sus funciones.
3º- Niveles Comparativos de Nuestra Producción con sus Similares: Esta es una fase que debe cumplirse, inclusive, importando muestras, con el fin de evaluarlas en su calidad, composición, precio y embalajes.
4º- Levantamiento de la Ficha Técnica de Nuestros Productos: Es tan importante este documento, que es prácticamente el portafolio de identificación en los mercados internos y externos. Estos son los que se cuelgan en los portales o en las páginas web, para el conocimiento de los cibernautas y las posteriores ventas.
5º- Potencial Exportador: Una vez agotado el anterior proceso, debemos tener a nivel, Local, Regional y Nacional, el potencial exportador con que podemos contar teniendo en cuenta las exigencias de los diferentes mercados. Un País que pretenda abrir mercados sin conocer cual, es su potencial exportador; está improvisando y por ende perdiendo credibilidad nacional e internacional.