Sin apartarse de la realidad, pero con un poco de consideración por las personas que los escuchan, los noticieros deberían tener mayor humanismo y sindéresis para dar las noticias sobre el COVID-19.
Desde luego que no se pueden criticar los noticieros por falta de profesionalismo. Sin embargo, estas noticias, que tienen impacto en la vida emocional, social y familiar de las personas, deberían ser comunicadas teniendo en cuenta protocolos suministrados por el Ministerio de Salud.
Las EPS y los centros de salud se están viendo congestionados por casos de COVID-19 que lamentablemente no estamos preparados para enfrentar, con incalculables consecuencias de salud, sicológicas, sociales y económicas. Pero las noticias sobre la pandemia deben ser manejadas de forma menos alarmista, proporcionando al ciudadano la mayor claridad y tranquilidad posibles.
Por eso, es conveniente que quienes sean los encargados de difundir las noticias del COVID-19 lo hagan centrados en la realidad, pero sin generar pánico. Según expertos en la materia, estas noticias deben darse, además, de forma muy profesional, señalando posibles soluciones de manejo individual y colectivo.
Hay casos de personas de diferentes edades y sexo que después de conocer las noticias sobre el COVID-19 estallan en llanto y desolación. En muchos casos deben buscar ayuda psicológica, cuando no es que deciden suicidarse.
Se calcula que solo en las áreas urbanas van miles de casos de personas que han debido buscar ayuda psicológica, sin contar a los pacientes de las áreas rurales. Además, se nos está olvidando que la crisis económica agravada entra a formar parte de la pandemia del COVID-19.
Sobre los suicidios por el COVID-19 no se conocen datos oficiales. Sin embargo, es fácil predecirlos, pues hay personas que no resisten los estados de depresión y nerviosismo producidos por las preocupaciones derivadas de la pandemia y deciden hacerlo aisladamente.
Ser cazadores de noticias en estos momentos tan difíciles para el país y el mundo no debe estar dentro de las funciones de noticieros serios y profesionales.
Por lo anterior, siempre he creído que al Ministerio de Salud y Protección Social, a través de su oficina de prensa, le debe corresponder la tarea de evitar que se apodere de la opinión pública el pánico producto de la desinformación.
Hay que ser conscientes de que estamos viviendo en un tiempo difícil con fatales consecuencias futuras y a corto plazo. Las noticias deben llegar a la opinión pública con la verdad sabida, pero guardando las proporciones del menor alarmismo posible.
Qué importante que algunos medios de comunicación fueran más precisos en sus noticias sobre el COVID-19. Lamentablemente se están presentando algunas desinformaciones que no guardan coherencia con el equilibrio de la verdad y los hechos.
Según expertos en estos temas, cuando se presentan situaciones preocupantes y se reciben noticias permanentes sobre los mismos hechos, hay que buscar medios de distracción después de conocerlas, como por ejemplo cuidar el jardín, salir de paseo por el campo, hacer deporte y, para quienes somos católicos, encomendarnos a Dios y al santo de nuestra devoción.
La lectura, la poesía y la escritura son temas que distraen las preocupaciones, desde luego, sin desligarnos de la realidad. De otro lado, debemos tratar de vivir en armonía en nuestros hogares, pues en estos tiempos de cuarentena se pueden presentar serias desavenencias y discordias.
Lo peor que nos puede pasar es dejarnos llevar por el pánico y predecir futuros fatales. Hay que tener mente abierta, ser innovadores, para que cuando pase la tormenta podamos pisar terrenos firmes.
Sin apartarse de la realidad, pero con un poco de consideración por las personas que los escuchan, los noticieros deberían tener mayor humanismo y sindéresis para dar las noticias sobre el COVID-19.
Desde luego que no se pueden criticar los noticieros por falta de profesionalismo. Sin embargo, estas noticias, que tienen impacto en la vida emocional, social y familiar de las personas, deberían ser comunicadas teniendo en cuenta protocolos suministrados por el Ministerio de Salud.
Las EPS y los centros de salud se están viendo congestionados por casos de COVID-19 que lamentablemente no estamos preparados para enfrentar, con incalculables consecuencias de salud, sicológicas, sociales y económicas. Pero las noticias sobre la pandemia deben ser manejadas de forma menos alarmista, proporcionando al ciudadano la mayor claridad y tranquilidad posibles.
Por eso, es conveniente que quienes sean los encargados de difundir las noticias del COVID-19 lo hagan centrados en la realidad, pero sin generar pánico. Según expertos en la materia, estas noticias deben darse, además, de forma muy profesional, señalando posibles soluciones de manejo individual y colectivo.
Hay casos de personas de diferentes edades y sexo que después de conocer las noticias sobre el COVID-19 estallan en llanto y desolación. En muchos casos deben buscar ayuda psicológica, cuando no es que deciden suicidarse.
Se calcula que solo en las áreas urbanas van miles de casos de personas que han debido buscar ayuda psicológica, sin contar a los pacientes de las áreas rurales. Además, se nos está olvidando que la crisis económica agravada entra a formar parte de la pandemia del COVID-19.
Sobre los suicidios por el COVID-19 no se conocen datos oficiales. Sin embargo, es fácil predecirlos, pues hay personas que no resisten los estados de depresión y nerviosismo producidos por las preocupaciones derivadas de la pandemia y deciden hacerlo aisladamente.
Ser cazadores de noticias en estos momentos tan difíciles para el país y el mundo no debe estar dentro de las funciones de noticieros serios y profesionales.
Por lo anterior, siempre he creído que al Ministerio de Salud y Protección Social, a través de su oficina de prensa, le debe corresponder la tarea de evitar que se apodere de la opinión pública el pánico producto de la desinformación.
Hay que ser conscientes de que estamos viviendo en un tiempo difícil con fatales consecuencias futuras y a corto plazo. Las noticias deben llegar a la opinión pública con la verdad sabida, pero guardando las proporciones del menor alarmismo posible.
Qué importante que algunos medios de comunicación fueran más precisos en sus noticias sobre el COVID-19. Lamentablemente se están presentando algunas desinformaciones que no guardan coherencia con el equilibrio de la verdad y los hechos.
Según expertos en estos temas, cuando se presentan situaciones preocupantes y se reciben noticias permanentes sobre los mismos hechos, hay que buscar medios de distracción después de conocerlas, como por ejemplo cuidar el jardín, salir de paseo por el campo, hacer deporte y, para quienes somos católicos, encomendarnos a Dios y al santo de nuestra devoción.
La lectura, la poesía y la escritura son temas que distraen las preocupaciones, desde luego, sin desligarnos de la realidad. De otro lado, debemos tratar de vivir en armonía en nuestros hogares, pues en estos tiempos de cuarentena se pueden presentar serias desavenencias y discordias.
Lo peor que nos puede pasar es dejarnos llevar por el pánico y predecir futuros fatales. Hay que tener mente abierta, ser innovadores, para que cuando pase la tormenta podamos pisar terrenos firmes.