No olvidemos que nuestro País, según, Organismo de Transparencia Internacional, acaba de caer cinco puestos en la lucha contra la corrupción, este estudio por informaciones recibidas se hizo cuando aún no había estallado el escándalo de Agro, Ingreso, Seguro AIS.
Ahora con la absolución al Ministro de Agricultura, muy seguramente que caerá otros puestos. Pero en fin, en esta bello País, de todo ocurre, pero a nadie que se ubique en las altas esferas del poder le pasa nada.
Como consecuencia lógica, continuarán los saqueos, los robos, los chanchullos y los peculados. El escándalo que tanta prensa mojó en los últimos días ha llegado al final. Se cierra el capítulo más vergonzoso de toda la historia para el sector agropecuario. Con una lánguida ventaja a favor del Ministro Andrés Fernández, parece legalizarse toda clase de porquerías en las diferentes instituciones agrícolas. Los pequeños y medianos campesinos continuarán relegados al olvido, con un Estado indolente y tolerante con los delincuentes de cuello blanco que se apoderan de los beneficios que se les asigna para hacer productivas sus medianas y pequeñas parcelas.
Los agricultores no tuvieron dolientes en el gobierno, para pedir al Congreso de la República, votaran con transparencia, independencia y decoro. Más bien prefirieron la manguala con algunos Senadores de varios partidos, sabrá Dios que les dieron, pero ellos si saben muy bien que les prometieron. Tendrán que responder ante el futuro de Colombia, por semejante desfachatez. Pongámonos a pensar cuantos de los que esperaban una decisión final de sus representantes en la máxima corporación legislativa, al verse frustrados y ultrajados en su dignidad, cogerán en retaliación el camino de las armas en contra del Estado.
La bancada conservadora que ha debido defenderlos con todo ahínco, brilló por su indolencia y mediocridad, parece que hubieran caído seducidos en los brazos de Morfeo, de las componendas y los chanchullos para votar en contra de la moción de censura. Queda el amargo tufillo de que lo hicieron en forma premeditada y sospechosa. Duele que el partido de la moral, el orden, la justicia social y las buenas costumbres, se preste para semejantes marrullas. En conclusión, todo seguirá igual o peor, el fantasma de la corrupción continuará rondando los sectores rurales de Colombia. Nuestros pequeños y medianos campesinos, padeciendo hambre, miseria y todo tipo de enfermedades, sin derecho a una vivienda rural digna, porque este programa también se lo robaron. Lo más grave, continuaran desertando a los pueblos y ciudades a fortalecer los cinturones de miseria, o cuando menos ingresando a los grupos armados de guerrilleros, paramilitares y delincuencia común organizada.
Desde el pasado martes 20 de Octubre, cuando la Comisión Quinta del Senado de la República, después de escuchar las peroratas del Ministro de Agricultura, defendiéndose de las acusaciones que se le hacían sobre las irregularidades cometidas por el otorgamiento de subsidios sin retorno a familias adineradas, se aprobó una moción de respaldo a semejante monumento de corrupción, empezó a percibirse un ambiente de triunfalismo por parte del gobierno para no dejar hundir el barco de la corrupción donde van sus dos escuderos del sector agropecuario, el primero con el Uribismo a ultranza y el segundo con la complicidad a cuestas. Es claro que los dos, Agro - Andrés, son responsables, y a pesar de no haber pasado la moción de censura, seguirán siéndolo, porque continuarán apareciendo por su culpa, saqueos, chanchullos y peculados por doquier.
A los Organismos de Control, les queda la tarea de adelantar las investigaciones pertinentes, son varias la instituciones y programas del agro, que se encuentran saqueadas, por citar unas pocas, basta que se echen una pasadita por: Corpoica, Ica, Incoder, Vivienda Rural Campesina, Alianzas productivas, Contrataciones, e Incentivos a la Reforestación; sin contar claro está, las que han desparecido víctimas del mismo flagelo de la corrupción: Idema, Inderena, Incora, Caja Agraria, Inpa, entre muchas otras. Pero por favor, lleven tapabocas, toallas y desinfectantes, porque se trata de destapar ollas podridas y fácilmente pueden quedar petrificados por el hedor y la podredumbre.
Si al Ministro de Agricultura le queda un poco de vergüenza debe renunciar, su presencia en el gobierno no es prenda de garantía, ni será bien vista para los organismos nacionales e internacionales interesados en colaborar con programas rurales del actual gobierno. Sus gestiones carecerán de confianza y aceptación en la opinión nacional, que estaba esperando con seguridad, que semejante escándalo llegaría al final con la destitución fulminante del Ministro, por parte del Senado de la República. Lamentablemente, la votación para la Moción de Censura, fue apresurada e inoportuna, se hizo en forma sospechosa cuando varios Senadores, no habían regresado de provincia por el puente festivo.