Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              07 de septiembre de 2017 - 09:00 p. m.

                                                                                                                              “Habemus papam”

                                                                                                                              Cuando san Francisco de Asís ya sentía próxima la hora de su muerte, y las llagas que martirizaban su cuerpo trepidaban con vida propia, el santo patrono de Italia escribió esto en su testamento: “El Señor me dio de esta manera a mí, hermano Francisco, el comenzar a hacer penitencia: porque como estaba en pecados, me parecía extremamente amargo ver a los leprosos. Y el Señor mismo me condujo entre ellos, y practiqué la misericordia con ellos. Y al apartarme de los mismos, aquello que me parecía amargo se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo; y después me detuve un poco y salí del siglo”.

                                                                                                                              Retomando estas palabras de su testamento, que no leía hace ya muchos años, regresé de repente a mi admiración por este santo y poeta. Aunque nunca he sido devota o religiosa, recuerdo que mis visitas a Asís, ciudad que tiene la custodia de la vida y la obra de san Francisco, estuvieron siempre llenas de una inmensa curiosidad por la vida de este santo, que de una manera o de otra derrumbó los fundamentos de la Iglesia católica medieval para reconstruirla a través de los principios de empatía, misericordia y caridad, pero sobre todo, la reconstruyó erigiendo un hogar para los marginados, los incomprendidos, los pobres y los enfermos.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Cuentan las leyendas sobre san Francisco que en los primeros años de su ferviente fe visitó la iglesia de San Damián, cercana a los parajes de Asís. En el pálido y frío sepulcro residía un crucifijo bizantino de grandes ojos que acogía con gloria y alegría el padecimiento de Cristo. En medio de las oraciones que él mismo inventaba para alabar a Dios, san Francisco escuchó cómo el crucifijo se dirigió a él desafiándole con su mirada llena de amor: “Francisco, ¿no ves que mi casa se está derrumbando? Por favor, ve a restaurarla”. Fue así como san Francisco luchó por desgarrar las vestiduras de una Iglesia cubierta con mantos y velos de vanidad y corrupción, para encauzarla de nuevo en el camino del mensaje y el ejemplo de Cristo y sus apóstoles, convirtiéndose así en uno de los santos más populares de la Iglesia católica.

                                                                                                                              El papa Bergoglio, que adoptó el nombre del santo al recibir sus vestiduras pontificias, visita Colombia trayendo consigo no solo la armadura de la fe, sino el ejemplo de la vida de san Francisco, que en este momento es clave para la reconstrucción y el restauro de la paz y la solidaridad en nuestro país.

                                                                                                                              Como anunciaba san Francisco en su testamento, su hermandad con Cristo llegó solo a través de su contacto con el leproso, con el marginado, con aquel que la sociedad medieval, dividida en jerarquías feudales, relegaba a los escalafones más míseros de la estructura social. San Francisco, como Jesucristo, vio en la santidad de los pecadores, en el sufrimiento de los pobres y la relegación de los marginados una oportunidad de pacificación. Solo acercándonos a aquellos que viven de forma distinta, piensan de manera diferente o padecen sufrimientos más grandes, incluso llegando a vivir como ellos viven, podemos valorarlos como seres humanos a pesar del abismo que las vestiduras humanas y sociales han creado entre nosotros.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Francisco, con su visita, nos invita a ejercer esta misericordia, disolviendo nuestras armaduras de violencia e intercambiándolas por aquellas de la pacificación. Recibamos a las víctimas y a los que se reintegran de nuestro conflicto armado y considerémoslos hermanos; una pieza significativa de la sociedad que estamos restaurando.

                                                                                                                              Por otro lado, como hizo el santo hizo después del episodio de la iglesia de San Damián, Francisco I también trata de reconstruir una Iglesia que se adapte a las necesidades de los contemporáneos: una Iglesia que no perjudique la posición de la mujer, una Iglesia que acepte al menos en cierta medida la homosexualidad; que aparte de la vida eclesiástica a los pedofílicos; una Iglesia sencilla, que se despoje de los lujos para regresar a la pobreza, librándose de todos los cabos que la aten a la corrupción.

                                                                                                                              Ese restauro, que Francisco I hereda del santo que le dio su nombre, es el restauro que también viene a ejercer en la realidad colombiana. Francisco I no solo nos invita a vivir en una sociedad en la que acojamos al otro, en la que ejerzamos día a día la empatía con el que sufre, sino también nos invita a un completo restauro, a una regeneración completa de nuestra casa para que se convierta en el hogar de todos los que la habitan, en el fuego que calienta los cuerpos y las almas de aquellos que han sufrido. Como Francisco, Colombia debe deshacerse de todo prejuicio que haya favorecido las divisiones, la corrupción y la violencia; y nosotros, que recibimos su visita, devotos o no devotos, católicos, protestantes o cual sea la fe que profesemos, deberíamos prestar atención a su mensaje de resurgimiento.

                                                                                                                              Por primera vez, después de muchos años de incurrir en una cristiandad tan corrupta como nuestros gobiernos, por fin podemos decir: “¡Habemus papam!”. Francisco no solo vela por los intereses de su Iglesia, sino que se ha preocupado, como pocos, por la comunidad mundial y la necesidad de unión y pacificación. Acojamos esta visita no como fieles sino como devotos de un mensaje de reconciliación y paz para nuestro país.

                                                                                                                              @valentinacocci4, valentinacoccia.elespectador@gmail.com

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Cuando san Francisco de Asís ya sentía próxima la hora de su muerte, y las llagas que martirizaban su cuerpo trepidaban con vida propia, el santo patrono de Italia escribió esto en su testamento: “El Señor me dio de esta manera a mí, hermano Francisco, el comenzar a hacer penitencia: porque como estaba en pecados, me parecía extremamente amargo ver a los leprosos. Y el Señor mismo me condujo entre ellos, y practiqué la misericordia con ellos. Y al apartarme de los mismos, aquello que me parecía amargo se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo; y después me detuve un poco y salí del siglo”.

                                                                                                                              Retomando estas palabras de su testamento, que no leía hace ya muchos años, regresé de repente a mi admiración por este santo y poeta. Aunque nunca he sido devota o religiosa, recuerdo que mis visitas a Asís, ciudad que tiene la custodia de la vida y la obra de san Francisco, estuvieron siempre llenas de una inmensa curiosidad por la vida de este santo, que de una manera o de otra derrumbó los fundamentos de la Iglesia católica medieval para reconstruirla a través de los principios de empatía, misericordia y caridad, pero sobre todo, la reconstruyó erigiendo un hogar para los marginados, los incomprendidos, los pobres y los enfermos.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Cuentan las leyendas sobre san Francisco que en los primeros años de su ferviente fe visitó la iglesia de San Damián, cercana a los parajes de Asís. En el pálido y frío sepulcro residía un crucifijo bizantino de grandes ojos que acogía con gloria y alegría el padecimiento de Cristo. En medio de las oraciones que él mismo inventaba para alabar a Dios, san Francisco escuchó cómo el crucifijo se dirigió a él desafiándole con su mirada llena de amor: “Francisco, ¿no ves que mi casa se está derrumbando? Por favor, ve a restaurarla”. Fue así como san Francisco luchó por desgarrar las vestiduras de una Iglesia cubierta con mantos y velos de vanidad y corrupción, para encauzarla de nuevo en el camino del mensaje y el ejemplo de Cristo y sus apóstoles, convirtiéndose así en uno de los santos más populares de la Iglesia católica.

                                                                                                                              El papa Bergoglio, que adoptó el nombre del santo al recibir sus vestiduras pontificias, visita Colombia trayendo consigo no solo la armadura de la fe, sino el ejemplo de la vida de san Francisco, que en este momento es clave para la reconstrucción y el restauro de la paz y la solidaridad en nuestro país.

                                                                                                                              Como anunciaba san Francisco en su testamento, su hermandad con Cristo llegó solo a través de su contacto con el leproso, con el marginado, con aquel que la sociedad medieval, dividida en jerarquías feudales, relegaba a los escalafones más míseros de la estructura social. San Francisco, como Jesucristo, vio en la santidad de los pecadores, en el sufrimiento de los pobres y la relegación de los marginados una oportunidad de pacificación. Solo acercándonos a aquellos que viven de forma distinta, piensan de manera diferente o padecen sufrimientos más grandes, incluso llegando a vivir como ellos viven, podemos valorarlos como seres humanos a pesar del abismo que las vestiduras humanas y sociales han creado entre nosotros.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Francisco, con su visita, nos invita a ejercer esta misericordia, disolviendo nuestras armaduras de violencia e intercambiándolas por aquellas de la pacificación. Recibamos a las víctimas y a los que se reintegran de nuestro conflicto armado y considerémoslos hermanos; una pieza significativa de la sociedad que estamos restaurando.

                                                                                                                              Por otro lado, como hizo el santo hizo después del episodio de la iglesia de San Damián, Francisco I también trata de reconstruir una Iglesia que se adapte a las necesidades de los contemporáneos: una Iglesia que no perjudique la posición de la mujer, una Iglesia que acepte al menos en cierta medida la homosexualidad; que aparte de la vida eclesiástica a los pedofílicos; una Iglesia sencilla, que se despoje de los lujos para regresar a la pobreza, librándose de todos los cabos que la aten a la corrupción.

                                                                                                                              Ese restauro, que Francisco I hereda del santo que le dio su nombre, es el restauro que también viene a ejercer en la realidad colombiana. Francisco I no solo nos invita a vivir en una sociedad en la que acojamos al otro, en la que ejerzamos día a día la empatía con el que sufre, sino también nos invita a un completo restauro, a una regeneración completa de nuestra casa para que se convierta en el hogar de todos los que la habitan, en el fuego que calienta los cuerpos y las almas de aquellos que han sufrido. Como Francisco, Colombia debe deshacerse de todo prejuicio que haya favorecido las divisiones, la corrupción y la violencia; y nosotros, que recibimos su visita, devotos o no devotos, católicos, protestantes o cual sea la fe que profesemos, deberíamos prestar atención a su mensaje de resurgimiento.

                                                                                                                              Por primera vez, después de muchos años de incurrir en una cristiandad tan corrupta como nuestros gobiernos, por fin podemos decir: “¡Habemus papam!”. Francisco no solo vela por los intereses de su Iglesia, sino que se ha preocupado, como pocos, por la comunidad mundial y la necesidad de unión y pacificación. Acojamos esta visita no como fieles sino como devotos de un mensaje de reconciliación y paz para nuestro país.

                                                                                                                              @valentinacocci4, valentinacoccia.elespectador@gmail.com

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar