“Tenemos que hablar, Colombia”

Weildler Guerra
03 de julio de 2021 - 05:30 a. m.

En la medida en que se agita el clima social en Colombia es difícil mantener algunas amistades. Seres que apreciamos y que se alinean en distintos bandos parecen estar bajo los efectos de una fuerte intoxicación ideológica. Como en el ámbito de los dogmas religiosos, ellos exigen la conformidad total con sus ideas o nos exponemos a recibir una inmediata excomunión. La polarización ha sido definida como el fenómeno por el cual la opinión pública se divide en dos extremos opuestos. Basta seguir las redes sociales o, incluso, las supuestamente más reflexivas columnas de opinión. Son muy pocos los matices entre el negro y el blanco, y ello nos muestra cómo, en la medida en que se radicalizan las posiciones, las voces moderadas pierden poder e influencia. No se trata de algo meramente coyuntural. En nuestro país, aun en los círculos literarios y artísticos, tenemos una larga tradición de cultivar la hipérbole, presagiar cataclismos sociales y celebrar la capacidad de injuriar con agudeza.

El país requiere atemperar los ánimos y de mucha reflexión y diálogo. No se trata del diálogo endogámico entre gentes que piensan igual, pues este solo sirve para reafirmar nuestros prejuicios. Requerimos uno que incluya las voces contrarias, aquellas que hoy no deseamos escuchar. Por ello es necesario celebrar todas las propuestas ciudadanas que se enrumben en esa dirección. Un ejemplo de estas es la del Instituto Aspen Iniciativa Colombia que propicia espacios en donde, desde perspectivas divergentes y apartidistas, puedan desarrollarse conversaciones constructivas y pragmáticas. Se trata de abordar problemas críticos de la sociedad con líderes que no piensan de la misma forma, confluir alrededor de valores perdurables y generar impactos más allá del salón de conferencias.

Una iniciativa oportuna es la de seis universidades colombianas situadas en distintas regiones del país para emprender un extenso proceso de diálogo en todo el territorio nacional llamado “Tenemos que hablar, Colombia”. Es encomiable que se trate de entidades académicas públicas y privadas como la Universidad Nacional, la UIS y la Universidad del Valle, en asocio con Eafit, la Universidad de los Andes y la Universidad del Norte. Ellas pretenden conversar alrededor de una pregunta orientadora: ¿Qué debe cambiar, mejorar o mantenerse en nuestro país? El eje central es la participación de todos aquellos que deseen sumar voces al diálogo nacional y aportar una visión plural de país. El propósito de los organizadores es “recoger ideas que determinen caminos de acción y decisión pública a partir de nuestra diversidad y posibilidades de futuro”.

Al observar el país dividido en facciones que creen tener la posesión absoluta de la verdad, pienso en el antropólogo sudafricano Max Gluckman, quien afirmaba que los jueces tribales de los barotse de Rhodesia adoptaban en los juicios la teoría del hombre razonable. Para ellos no tenía sentido la oposición entre una parte que “tenía toda la razón” y la otra que “no tenía ninguna razón”. Una de las partes podría tener mayor razón que otra, pero nadie estaba desprovisto de algo de razón en sus demandas y no se le podía negar una proporción correspondiente de justicia.

wilderguerra@gmail.com

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Francisco(30227)03 de julio de 2021 - 02:47 p. m.
No sé con certeza cuantas universidades hay en Colombia, pero lo que si sé con certeza: Ninguna ha podido diplomar a un profesional digno y capaz de regir los destinos de este país ultimundista por los siglos de los siglos.
Atenas(06773)03 de julio de 2021 - 02:42 p. m.
El trasfondo de tales iniciativas promovidas por la Academia termina en más de lo mismo: acendrar la supremacía moral de ...la Academia y la posesión d la verdad. Mientras persista la dicotomía entre un sector q' aborda la realidad de estas desorientadas sociedades y ese otro q' lo fija a partir de hirsuto idealismo ahí moriremos. En un soc. donde el grueso no va la U. cuántos se lo creen.
Chirri(rv2v4)03 de julio de 2021 - 11:26 a. m.
No se pueden pedir soluciones a domicilio, viejo. Los pelaos ya está en la calle protestando como nunca lo habían hecho. El futuro es de ellos y así, están preparando lo que viene, dado que los adultos de hoy no hicieron nada. Esto no es por Rapi, no obstante, nos veremos las caras en el 2022 como Petro por su casa. ¡ Sabroso!
  • Atenas(06773)03 de julio de 2021 - 02:47 p. m.
    Basta con tomar ejemplos simples como este de Ramon, sin h y sin caletre, q' mucho gusta ramoniar, dizq' de lejos, con sus sandeces pa comprender cuán fácil es engatusar a estos de tanta pobreza mental.
Hernando(84817)03 de julio de 2021 - 01:56 p. m.
Muy buenas propuestas. Ojala que los debates organizados por estas universidades se conviertan en hechos concretos para darle solución a los problemas y no solo en mas documentos inútiles que nada resuelven pero que sirven para calificar su "talante Investigativo".
ERWIN(18151)03 de julio de 2021 - 11:53 a. m.
excelente iniciativa de las universidades .. ojala aprendamos a dirimir nuestras opiniones en la confrontacion ,desde la dialectica y aprender a respetar los discensos ..no nos dejemos encasillar en el concepto de la polarizacion..es lo que "ellos"quieren ..respeto y ya ..
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