En 1935 Martin Heidegger profetizó que el tiempo se convertiría solo en velocidad, instantaneidad y simultaneidad, y que el tiempo en tanto historia tendería a desaparecer de la existencia de todos los pueblos.
Pero, como suele ocurrir cada vez que estalla una guerra, volvemos a sentir una urgente necesidad de conocer el pasado, de revisar la historia. Lo que tenemos que explicar hoy no es que haya amenazas de guerra nuclear, sino que durante 77 años hayan crecido de un modo tan suicida los arsenales nucleares, con la complicidad de la humanidad entera.
El gran mal del momento no está en las tensiones de aldea entre católicos y...
Conoce más
