A comienzos del 2015 se dio un acuerdo para dividirse el ponqué de los recursos públicos de Córdoba entre tres súper poderes de la región: Musa Besaile Fayad, Bernardo ‘el Ñoño’ Elías y Juan Manuel ‘Juancho’ López Cabrales, este último condenado por parapolítica.
En esa reunión acordaron que todos apoyarían a Edwin Besaile, hermano de Musa, a la Gobernación del departamento, en contraprestación, entre otras, el gobernador nombraría en la rectoría de la Universidad de Córdoba la cuota de Juancho López y, por consiguiente, López movería sus fichas liberales en la Asamblea Departamental para que los diputados escogieran al candidato del Ñoño Elías en la Contraloría Departamental.
Un lindo acuerdo en el que secuestraron al departamento.
Pese a algunos contratiempos ocasionados por la traición del exgobernador Alejandro Lyons a sus exaliados, el plan se pudo llevar a acabo y el Ñoño pudo poner en el cargo de contralor departamental al señor Emilio Otero Dajud.
Un poco de historia: Otero Dajud llegó a Bogotá en 1979 cuando el senador liberal Jorge Ramón Elías Nader, tío del Ñoño Elías y quien terminó preso por el proceso 8.000, lo llevó como parte de su equipo de la Unidad de Trabajo Legislativo, primero como mensajero y luego como integrante del grupo de asistentes.
Después de más de 20 años en el cargo al lado de Elías Nader, Otero Dajud dio un salto con garrocha, gracias a la maquinaria costeña en el Congreso, y se convirtió en el secretario del Senado en el 2002.
En la Secretaria General alcanzó un gran poder ya que manejaba el orden del día en las plenarias y tenía la influencia suficiente para definir si los proyectos se hundían.
Era como una especie de senador sin votos, con el que había que negociar para avanzar un proyecto.
Con la Reforma a la Justicia de 2012 todo su poder se desvaneció cuando se hizo evidente que uno de los 'micos' buscaba que el secretario del Senado, es decir el señor Otero Dajud, tuviera el mismo fuero que los senadores, lo que significaba que únicamente la Corte Suprema podría investigarlo a él y al secretario de la Cámara y no la Fiscalía. (Ver En la mira por 'mico' y apartamento de un narco)
Un campeón.
Eso significó su salida de la Secretaría General, pero solo para caer parado como el contralor departamental de Córdoba gracias a las labores y negociaciones de su amigo y coterráneo, el Ñoño Elías.
Dios los hace y ellos se juntan.
Controlar la Contraloría departamental es importante debido a que se trata, nada más ni nada menos, de la principal autoridad fiscal en Córdoba, y eso es estratégico cuando se están despojando los recursos públicos de la región sinuana por medio de sus entidades de salud e incluso de los servicios odontológicos. (Ver Denuncia previa “Cartel de la maldad”)
Así como se oye. De los mismos productores del cartel de la hemofilia y el del síndrome de Down ahora viene el ‘cartel de las muelas’.
Para esta ocasión los presuntos corruptos se apropiaron de los recursos del departamento por medio de la Secretaría de Salud de Córdoba suscribiendo contratos para la atención de odontología especializada con la IPS FM Maxilofacial de Córdoba.
Pese a que el señor Fabio Pompeyo Vergara Pacheco, representante legal de FM Maxilofacial, ha negado hacer parte de algún cartel, los hechos demuestran que la Secretaría de Salud ordenaba pagos a esta entidad por urgencia vital de procedimientos que ni si quiera se hacían, como la colocación de injertos óseos.
De igual manera, las cuentas de los pacientes de ortodoncia, que no se encuentra cubierta por el plan obligatorio de salud, eran cobradas a la Gobernación a precios exorbitantes, como por ejemplo 228 millones de pesos por tan solo 21 consultas odontológicas.
Algunos de esos tratamientos eran ejecutados, entre otras, por Julio José Elías Hoyos, ortodoncista y primo hermano del Ñoño Elías; Sergio Alejandro Aruachán Vesga, rehabilitador oral, primo hermano del hoy preso exsecretario de Salud Alfredo Aruachán y también relacionado con Heidi Elías, otra prima del Ñoño.
Todo un negocio familiar donde se mezcla la salud con la política. ¿Y qué dice de todo esto el señor Otero Dajud como contralor departamental? Nada, como seguramente su patrón político le exige.
@yohirakerman
akermancolumnista@gmail.com